Se dio inicio al juicio contra los policías vinculados al incendio en una de las celdas del CAI San Mateo, en Soacha, donde murieron nueve personas.El procurador delegado del caso, Hernán Rincón, escuchó a los patrulleros que están ligados a lo ocurrido el pasado 24 de septiembre; son los oficiales que atendieron la emergencia a través del Centro Automático de Despacho.Uno de ellos indicó que se reportó por parte de los policías del CAI el amotinamiento, pero no se notificó inmediatamente el incendio en la celda. Incluso se informó del malestar por parte de los superiores que no fueron comunicados.El procurador Rincón leyó uno de los apartes donde se reporta que en este caso no se habría actuado de manera adecuada.“Al parecer no le informaron de la novedad que estaba ocurriendo, porque yo en primera instancia, lo primero que hice, fue coordinar el apoyo, enviar las unidades para el apoyo de la novedad”, declaró el expatrullero de la Policía, Aleix Saldaña Navarro.También declaró uno de los patrulleros de la Policía que se encontraba en la estación y que grabó todo lo sucedido.
Según el alto oficial, la recuperación del vehículo se dio gracias a “la presión de nuestros policías de vigilancia, inteligencia policial e investigación criminal”.El vehículo había sido hurtado este martes en la noche en la localidad de Barrios Unidos. Ladrones agredieron a los ocupantes y se llevaron el carro que, según el Distrito, no transportaba ninguna dosis del inmunizante en ese momento.“Los asaltantes hurtaron el vehículo, el cual tenía 12 cajas térmicas para transporte de vacunas. Sin embargo, ninguna contenía vacunas. Las personas del equipo de logística víctima del robo fueron agredidas por los asaltantes, pero afortunadamente se encuentran bien”, explicó la Secretaría de Salud de Bogotá.Tras la recuperación del vehículo con las cajas refrigerantes para la vacuna del COVID-19, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, felicitó la acción de la Policía Metropolitana.
Las autoridades fueron informadas de una extraña muerte en el caño de la calle sexta con carrera 30, en el centro de Bogotá.El cuerpo estaba justo bajo el puente por donde pasan los buses de Transmilenio, por lo que se investiga si el hombre tal vez se lanzó de ahí.Sin embargo, no descartan que alguien estuviera con él y haya ocasionado su muerte.
Pese a que aún no es claro qué artefacto causó la grave lesión ocular del joven Gareth Steven Sella, quien la semana pasada participaba de las protestas en Bogotá, ni quién es el responsable, lo cierto es que el enfrentamiento entre la alcaldesa Claudia López y la Policía Nacional sube de tono.“Si cada movilización por intervención del Esmad le va a terminar costando el ojo o la vida a un joven, esta democracia se socava. De manera que nosotros del Esmad no necesitamos explicaciones, sino cambio, cambio y reforma, porque mientras el círculo vicioso sea que hay eventos de abuso en los que o pierden la vida, como Dylan Cruz, o pierden la visión en un ojo, como el caso de Gareth Sella, y lo único que sigue a continuación son excusas e impunidad, esta democracia va a estar en jaque”, señaló la mandataria.Esas declaraciones de la alcaldesa contrastan con las del comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Óscar Gómez Heredia, quien aseguró que las decisiones en terreno tomadas la semana pasada en medio de los actos vandálicos contaron con el aval de la Alcaldía a través de su secretario de Seguridad, Hugo Acero.El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, terció en la polémica. No solo dijo que “el general Gómez tiene todo el respaldo de la Policía Nacional frente a lo que él le ha informado al país”, sino que además afirmó que “ningún policía necesita autorización en el caso, cuando está habiendo un delito, no tiene que llamar a nadie para actuar. La ley lo dice: es obligación nuestra intervenir el delito. En este caso se han construido unos protocolos claros, con decreto de Presidencia, en donde intervienen diferentes personas para la actuación de capacidades especiales como en este caso el Esmad”.Claudia López también había recalcado que “todos los protocolos de la Alcaldía, del Gobierno Nacional e internacionales prohíben expresamente que el Esmad dispare cualquier cosa al cuerpo, mucho menos a la cara los manifestantes”.El director de la Policía Nacional insiste en que se está a la espera de los resultados que arrojen las investigaciones sobre esos hechos.
Durante un operativo de control en la vía Medellín – Montería, la Policía encontró una caleta de material de guerra al interior de un carro.Sucedió en el sector conocido como el Turco, en la vía Llanos de Cuivá – Yarumal, donde uniformados requirieron un automóvil para una requisa.Al inspeccionar el carro, se encontraron seis granadas de mortero 60 mm, 500 cartuchos calibre 5.56, 62 cartuchos calibre 7.62 y una granada de mortero de 81 mm. Así mismo, tubos de gases, selectores de fuego y otro material de guerra.Tras la sorpresa, la Policía incautó el arsenal. Además, el hombre y la mujer que se movilizaban en el vehículo fueron capturados.Las autoridades investigan a quién pertenece el material de guerra y cuál era su destino.
El general Óscar Gómez, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, le respondió al secretario de Seguridad de la capital luego de que este manifestara que desde el Puesto de Mando Unificado no se dio ninguna orden para que interviniera el Esmad en las manifestaciones en las que resultó herido en un ojo el joven Gareth Steven.En contexto: ¿Quién ordenó al Esmad intervenir en la protesta donde Gareth Steven resultó herido en un ojo?"El Puesto de Mando Unificado en el que se toman las decisiones sobre la intervención del Escuadrón Móvil Antidisturbio, Esmad, siempre cuentan con acompañamiento de las autoridades distritales. El señor secretario de Seguridad, Hugo Acero, estuvo presente como testigo y partícipe de las determinaciones que allí se tomaron", explicó el alto mando de la Policía.Acero había explicado que sí había estado en el PMU, pero que no ordenó el uso de la fuerza disponibleEl oficial también respondió al trino de la alcaldesa Claudia López donde señaló que no permitiría que se estigmatizara a Gareth Steven, el joven que resultó gravemente herido."Esta persona cambió su atuendo inicial, lo cual de ninguna manera implica señalarlo o estigmatizarlo, simplemente estamos dando cuenta de lo ocurrido (…) por el momento no hay ninguna prueba que demuestre que la lesión ocasionada en su ojo izquierdo fue producto de un artefacto lanzado por miembros de la Policía Nacional", manifestó el general Gómez.El comandante de la Mebog también aseguró que reconoce la autoridad de la alcaldesa, pero que no dudará en cumplir el deber: "Este comando trabaja de la mano con las autoridades distritales, reconoce y respeta la autoridad de la alcaldesa Claudia López, pero no vacila en el cumplimiento del deber".Finalmente, el general dijo que la Policía lamenta la lesión que sufrió Gareth Sella y pidió que se respete el debido proceso.
Una pareja en carro llegó a las tres de la mañana a un local de celulares en el norte de Bogotá para robarlo e hizo tanto ruido durante el asalto que despertó a los vecinos.La gente del barrio Prado Veraniego, en Suba, dice estar cansada de los robos a los negocios en su sector, que se cometen estén abiertos o cerrados.Según los testigos, los delincuentes saquearon el local en 6 minutos.“Era una pareja, el hombre intentando meterse a patadas tumbó la ventana”, contó una de las personas que se despertó con el escándalo.“Llamé a la Policía, que está a cinco cuadras, esperando que llegara. El hombre tuvo tiempo para sacar televisores, computadores, celulares…”, dijo el indignado testigo.“Llama uno y qué más hace. Llama uno al cuadrante, al 123, le preguntan a uno tantas cosas que cuando miré ya se habían ido”, agregó.El hombre cuestionó a la Policía porque con “la bulla tan berraca que había ¿y no llegar?”.El robo dejó pérdidas de $15 millones a los dueños del local.
El secretario de Seguridad de Bogotá, Hugo Acero, dijo que el detonante de los enfrentamientos del miércoles en los que intervino el Esmad y que dejaron cuatro heridos, entre ellos el joven impactado en el ojo izquierdo y que tiene el 80% de la visión comprometida, fue cuando algunas personas que estaban dentro de la marcha intentaron vandalizar una motocicleta de la Policía.Los primeros en intentar dialogar con los manifestantes fueron los gestores de convivencia, mientras que la fuerza disponible estuvo presente custodiando la misma motocicleta que había sido lanzada al piso.En ese momento, al parecer, las conversaciones fracasaron y la situación empezó a tornarse tensa.Entonces agentes del Esmad que venían en la parte trasera de la movilización se mezclaron entre los manifestantes, los gestores de convivencia y la fuerza disponible.De repente fueron lanzadas bombas aturdidoras y el escuadrón antidisturbios entró en acción. Pero ¿quién dio la orden para que interviniera?“En ese caso fue una reacción sobre terreno, digamos, por la circunstancia de que iban a quemar la moto”, dijo el secretario Acero.Sobre si su actuar fue autónomo o si seguían órdenes de la Alcaldía de Bogotá, el funcionario manifestó que “allí hubo decisión sobre ese caso de posible ataque a la moto que había ahí, una decisión por parte de la Policía”.Claudia López exigió que se investiguen “los hechos en los que Gareth Steven resultó herido. A él y a su familia nuestro acompañamiento y atención”.Asimismo, lamentó “que una protesta pacífica termine con un nuevo hecho que todos debemos rechazar”.“Me duele en el alma ver a nuestros jóvenes en hospitales por salir a reclamar sus legítimas causas”, agregó al comentar que había acompañado a Gareth Steven hasta la medianoche en la Clínica San Ignacio, donde fue intervenido quirúrgicamente.Hasta el momento no hay resultados de la investigación que permitan establecer cuál objeto o arma causó la herida del joven y quién fue el responsable.
En toque de queda permanece el municipio de Morales, Bolívar, luego de que un grupo de personas protagonizara una asonada en esa localidad.Un grupo de personas que invadía un predio del municipio se enfrentó a las autoridades cuando estas cumplían una orden de desalojo.La Policía fue atacada con piedras y bombas molotov por lo que tuvo que intervenir el Esmad. La multitud enfurecida atacó la alcaldía, la vivienda del alcalde y otra casa más, causando daños en ventanales."Pudimos observar en videos posteriores a la intervención policial cómo ciudadanos encapuchados con caucheras, con bombas molotov y piedras agredieron a la Policía y no solo a la Policía, sino instalaciones como la alcaldía municipal donde yo estaba presente", indicó Neid Esley Barrios, alcalde de Morales.El personero local asegura que la administración agotó todos los recursos de diálogo con los invasores del predio.“Como no se pudo instalar la mesa de dialogo, quedamos en que en el día de hoy instalábamos esa mesa. Hoy se vinieron más de doscientas personas en una asonada", explicó Roque Muñoz, personero de Morales.La situación más crítica se presentó con alrededor de veinte niños que sufrieron afecciones respiratorias producto de gases lacrimógenos y que fueron llevados hasta el hospital San Sebastián, pero fueron dados de alta rápidamente.En el pueblo fue decretado el toque de queda.
La Policía Nacional informó que recuperó las dos bicicletas que le habían robado al ciclista Brandon Rivera. El ciclista del Ineos estaba fuera del país y los ladrones asaltaron su apartamento en Zipaquirá.“Se recuperaron dos bicicletas hurtadas al ciclista Brandon Rivera en Zipaquirá. La diligencia se cumplió en un parqueadero del barrio El Claret de Bogotá”, dice el trino de Fiscalía.Brandon Rivera, de 24 años, es un ciclista colombiano que cumple su segunda temporada con el equipo británico Ineos, en el que su compatriota Egan Bernal es uno de los líderes.⚽ Vea acá las noticias del mundo del fútbol: selección Colombia, liga nacional, campeonatos internacionales y mucho más.
Con especialistas antiexplosivos, acompañados de caninos, avanza el desminado militar de minas antipersona en Murindó, Antioquia. Entretanto, continúa el drama de las comunidades indígenas, mismas que están confinadas en algunas zonas del país por la presencia de grupos al margen de la ley que los amenazan y los desplazan.Luis Fernando Suárez, gobernador encargado de Antioquia, rechazó los hechos que atentan contra la vida de las comunidades indígenas.“Total rechazo a la actitud de los delincuentes del ELN que están sembrando minas en el territorio, vulnerando los derechos de las comunidades indígenas”, dijo.Entretanto, representantes de las poblaciones que han abandonado sus viviendas por las minas antipersona y los criminales, pidieron garantías para regresar a sus territorios, mismos que han habitado durante años.“En este momento están en una situación complicada, se requiere atención humanitaria, salud y alimentación. No están en el mejor lugar y están hacinados. Nos preocupa de 4 familias que no lograron salir el día del desplazamiento y hoy se desconoce su paradero”, denunció Alexis Espitia, coordinación de la Organización Indígena de Colombia.Además, se conoció que 470 miembros de la comunidad embera están en riesgo de desplazamiento.Las minas siguen cobrando vidasEn los primeros dos meses del año la oficina del Alto Comisionado Para la Paz ha registrado 27 víctimas de minas antipersona en Colombia. 7 son miembros de comunidades indígenas y 6 son menores de edad.“Me dirigía de mi casa a hablar con el sacerdote de la parroquia de mi pueblo y en ese trayecto sufrí un accidente con una mina instalada a 2 metros de la puerta de la casa parroquial. Sufrí la amputación de mi miembro inferior derecho”, contó Fabián Ordóñez, sobrevivió tras pisar un explosivo en Guaviare.Conforme a datos entregados por la oficina del Alto Comisionado Para la Paz, desde 1990 hasta el 31 de enero de 2021, más de 2 mil personas han pisado minas.“El ELN, Clan del Golfo y disidencias de las FARC siguen instalando minas. Las zonas más afectadas siguen siendo Nariño, Antioquia, Chocó, Cauca y Catatumbo“, indicó Miguel Ceballos, Alto Comisionado Para la Paz.El desminado se está llevando a cabo en 150 municipios del país, no obstante, en otros 133 no hay garantías para realizarlo.La situación en ChocóEn el Alto Baudó, Chocó, las comunidades piden que se inicie un desminado humanitario y militar para poder regresar a sus tierras. Ellos saben exactamente dónde fueron sembrados los explosivos, que están instalados hace más de 15 días.“Están alrededor de la finca, por la quebrada, por el camino. Tenemos temor, no nos movilizamos, vamos solo a unos cuantos metros a cortar banano”, contó Héctor Conchave Mecha, profesor de la comunidad de Miácora.Aunque les prometieron la erradicación de las minas, aún no se sabe cuándo iniciará el proceso.“Se hará en el Alto Baudó, Bojayá, Riosucio y Bagadó, los lugares donde más tenemos dificultades”, recalcó Andrés Palacio Calderón, gobernador del Chocó.Las comunidades esperan volver a sus territorios, mismos que, a punta de balas y minas antipersona, han sido usurpados por los grupos criminales.
A partir del martes 9 de marzo, Bogotá contará con 400 puntos nuevos de vacunación para iniciar el proceso de forma masiva con los adultos mayores de 80 años.En el listado se encuentran seis coliseos distribuidos en las siguientes localidades:· Coliseo molinos, en la localidad de rafael uribe.· Coliseo Cayetano Cañizares, en Kennedy.· Coliseo de Tibabuyes, en Suba.· Coliseo El Tunal, en Tunjuelito.· Coliseo de la Universidad Javeriana, Chapinero.· Movistar Arena, en Teusaquillo."Quiero ser muy clara, la población no debe llegar allá. Solo debe ir en su fecha, día y hora de citación aquellos que sean agendados por cada EPS a cada uno de esos sitios", explicó la alcaldesa Claudia López.A un año de la llegada del virus, Bogotá recordó a las víctimas que deja el COVID-19El Distrito anunció que avanza en el proceso para convertir la capital en un centro de producción de vacunas contra el COVID-19."Le hemos propuesto implementar líneas de producción de vacunas en Bogotá al gobierno británico, a AstraZeneca; al gobierno ruso para la producción de Sputnik V, al gobierno chino para Sinovac y al gobierno estadounidense para Johnson & Johnson", indicó la mandataria.Una propuesta que ve con buenos ojos el gobierno nacional y las industrias farmacéuticas.“Queremos convocar al sector privado farmacéutico nacional ver cómo podemos unir esfuerzos, sector público y sector privado, y desarrollar desde ya una capacidad que nos permita a nosotros producir vacunas”, había expresado el presidente Iván Duque.La alcaldesa agregó que para este lunes todo el personal médico y asistencial de primera línea ya habrá recibido la primera dosis de la vacuna y a partir del 11 de marzo, recibirán la segunda.También aseguró que los mayores de 80 años estarían inoculados con la primera dosis antes de Semana Santa.
Mientras la pandemia del coronavirus COVID-19 sigue su avance por el mundo, se conocen historias de colombianos que se contagiaron y, tras una ardua lucha, lograron vencer la enfermedad.Todos los días el virus recuerda que no diferencia edades, etnias, profesiones o estratos sociales, a todos los ataca de manera implacable.Este es el relato de colombianos que vieron a la muerte a los ojos y lograron vencerla. Ellos cuentan sus historias cuando se cumple un año de haberse reportado el primer caso de la enfermedad en el país, 6 de marzo de 2020.“Tuve fiebre 5 días seguidos”Mauricio Usme es médico especializado en medicina de emergencias que se contagió de coronavirus mientras trabajaba en el barco Greg Mortimer.Más de 200 tripulantes de esa nave contrajeron la enfermedad. Él los atendió y también se enfermó en el proceso.“Sufrí la enfermedad, tuve fiebre 5 días seguidos, escalofríos y dolor corporal. Tuve que ser desembarcado junto con mi compañero, fue lamentable para mí ver cómo yo salía de la UCI y mi compañero se quedaba”, narró.“Pensé que era mi última noche”Una de las personas que jamás pensó cambiar de orilla en la enfermedad fue Johana Contreras, directora de falla cardíaca de un hospital en Nueva York.Sus colegas le salvaron la vida cuando no tenía muchas esperanzas de sobrevivir.“Me pusieron la máscara de oxígeno, pensé que era mi última noche. Mi equipo me dijo que me tenían que intubar y ahí fue cuando me sentí como sin fuerzas, como la última noche”, recalcó.“Esto no es un juego”Durante sus vacaciones, Marcelina Caamaño se contagió. Un viaje de placer y diversión se convirtió en una tragedia. La enfermedad le causó un deterioro en el sistema renal, cardíaco y cerebral.“Empecé con fiebre, llegué a 40 grados, me dolía el pecho y la cabeza. Quiero que la gente tome conciencia, esto no es un juego”, narró.“Soy un milagro de Dios”Andrés Arroyo Pérez es uno de los jóvenes que sintió que la vida se le escapaba por culpa del virus.Nunca antes había experimentado la fragilidad de su vida. Aferrado a la esperanza, se salvó.“Tuve temor y miedo porque tengo antecedentes de sobrepeso, tabaquismo y episodios depresivos. Soy un milagro de Dios”, indicó.Ellos, como miles de colombianos, contrajeron COVID-19 y fueron salvados por equipos médicos que les brindaron otra oportunidad para seguir viviendo.Un año después de haberse confirmado el primer caso en el país, cuentan sus historias para recordar la letalidad de una enfermedad que llegó para cambiar la vida del mundo entero.
Todo comenzó para los fieles con una larga espera silenciosa bajo el sol poniente de Bagdad. Entonces, lo que la mayoría de ellos sólo imaginaban en sus sueños más locos sucedió: el papa Francisco apareció.Ante la iglesia de San José, en la capital iraquí, los pocos cristianos que obtuvieron una invitación para asistir a la primera misa papal de la historia de Irak rompen brutalmente su silencio.Al llegar el pontífice de 84 años, estalló el ululeo -característico grito árabe que hacen generalmente las mujeres en momentos festivos-, y cientos de manos se elevaron hacia al cielo.En medio de los ramos de flores, de los misales en árabe y de los rosarios apretados entre los dedos temblorosos, Francisco saluda a las mujeres, algunas con la cabeza cubierta de velos negros o blancos.Y parece más feliz que los iraquíes que lo acogen.Los jóvenes -pocos en el encuentro- desenvainan inmediatamente sus teléfonos móviles, bajando la mascarilla para tomarse una foto con el papa en segundo plano.Hostia y aerosol desinfectanteSe escuchan voces infantiles de un coro de bienvenida al papa. "¡Hemos estado ensayando durante tres días!", explicó una de las jóvenes cantantes, muy orgullosa, ataviada con una gorra con la foto de Francisco, demasiado grande para su cabeza.Tras esta acogida, una pequeña parte de las personas reunidas entra en la iglesia enteramente rodeada de bloques de hormigón, para tomar asiento en las bancas de madera, a buena distancia una de otras debido a la pandemia del coronavirus.Otros se quedan en el exterior en bancos instalados en el atrio, frente a pantallas gigantes que retransmiten la misa en directo.Y, de nuevo, cuando entra la procesión del papa, vestido de blanco, el poderoso ululeo se eleva mientras resuenan los cantos litúrgicos en árabe de un coro con mascarillas."Es el primer verdadero encuentro entre el Santo Padre y sus fieles", celebra el padre Nadheer Dakko, de la iglesia San José, al concluir el segundo día de la visita papal, marcada por entrevistas oficiales.Un encuentro, no obstante, obstaculizado por las restricciones vinculadas al COVID-19. Para la comunión, la repartición del vino y el pan bendito, el papa no se movió.En su lugar, media docena de sacerdotes provistos de aeorosoles desinfectantes sirvieron a los fieles en la iglesia, depositando la hostia en su mano previamente rociada con alcohol.En su homilía, el papa Francisco evocó el amor, el poder de dar testimonio y la fuerza que hay que tener frente a las persecuciones.Palabras que resuenan en Nabil Yaacoub, un cuarentón que dice haber "sobrevivido a todo" en su ciudad, golpeada desde hace casi veinte años por una invasión estadounidense, una guerra civil y ataques yihadistas en varias ocasiones."Curar las heridas""He sobrevivido a la violencia confesional, a las explosiones, pero ahora el papa está aquí", confía este católico iraquí."En este país donde se ha hecho tanto mal, va a poder curar las heridas; es como un padre que por fin vuelve a casa", dice el hombre que mira la misa en una de las pantallas gigantes.Cada parroquia solo pudo enviar a trece fieles.Para todos los demás, aunque sólo sea por unos segundos y de lejos, ver al papa sigue siendo un consuelo.Samira Yousef y su hermana lograron abrirse camino entre las barreras de las fuerzas del orden alrededor de la iglesia."Llevo esperando fuera de la iglesia desde el mediodía pero, de todos modos, he esperado este momento toda mi vida", dijo. "Si no me dejan entrar, sé que voy a llorar".A unos pasos de ahí, un joven se rasca la cabeza mirando a los guardias suizos. "Vivo justo al lado y vengo todos los días a encender un cirio en San José", cuenta a la AFP Fahada, musulmán de 12 años."Pero hoy, el papa mismo está aquí. Espero que se convierta en su costumbre: espero que el papa venga siempre a Irak", expresó.
Daniella Álvarez, presentadora barranquillera, no deja de sorprender a sus seguidores en las redes sociales. Esta vez lo hizo tras revelar que hará parte del Desafío The Box, uno de los programas más vistos te la televisión colombiana.Al aceptar la invitación a participar en el Desafío, Daniella sigue demostrando que es todo un ejemplo de superación, teniendo en cuenta que una enfermedad ocasionó que le amputaran una de sus piernas.“En la vida no pierdes cuando te caes, pierdes cuando te rindes. Podemos equivocarnos y fallar, mientras aprendamos del error para no volver a repetirlo. Lo lindo de la vida es entender que el único poder que tenemos como personas es nuestra decisión. Yo decido ser una mujer fuerte, capaz y con toda la voluntad para seguir adelante”, escribió Daniella en su cuenta de Instagram.No se pierda ningún detalle del Desafío The Box, programa que usted podrá disfrutar en la pantalla del Canal Caracol.