En Tunja hay una familia devastada tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia que le ordena devolver a la niña que habían adoptado. Desde hace dos años, la pequeña no ve a su famia biológica.Después de 12 años de matrimonio y tras no poder tener hijos, esta pareja abrió la puerta de la adopción en su hogar.“Hicimos un proceso de dos años y medio con el Bienestar Familiar para llegar al proceso donde nos entregan posteriormente a una niña”, dice la madre, a quien se le protege su identidad.A la familia llegó una nueva integrante que venía adaptándose a su nueva vida.Cuando todo parecía ir bien, el ICBF informó a la pareja que los padres biológicos de la niña luchan por recuperarla."Es muy difícil llegar a escuchar por noticias y por parte del ICBF esta terrible noticia que por parte de la Corte se entrega y es que nos van a retirar a la niña cuando ya es legalmente de nosotros", dice la madre adoptiva.La pequeña fue retirada de su familia biológica cuando tenía un año.Ahora, cerca de cumplir cuatro, podría regresar con sus padres, pues explica la Corte Suprema de Justicia que no podían quitársela argumentando condiciones de pobreza."Se olvidó que la declaración de adoptabilidad «no es para castigar a los papás de los niños que tienen dificultades», especialmente económicas, como era su caso", dice el fallo. Por tanto, “se deja deja sin ningún valor ni efecto el proceso de adopción de la menor de edad”.Este caso podría abrir las puertas para el retorno de menores de edad en situaciones similares.Entretanto, la mamá adoptiva dice: "Sí, pensamos en ese día, en el dolor que va a causar, pero pensamos más en el daño, en el daño y en el dolor que pueda llegar a sentir está pequeñita".Inicialmente, la niña deberá ser entregada al ICBF para empezar su proceso de adaptación a su familia biológica.
Las UCI en Boyacá se siguen ocupando y la pandemia parece no dar tregua."Los índices de ocupación en camas UCI en la actualidad están casi al tope. Solamente es decirles que por favor se cuiden", señala el médico de urgencias Julián Andrés Fonseca.El colapso en la capacidad de las camas UCI llevó a que rápidamente las autoridades buscaran la manera de seguir salvando vidas."Necesitamos desocupar pisos de hospitalización, de infraestructura hospitalaria, para poder en esos pisos del hospital montar más unidades de cuidados intensivos", explicó Yamit Noe Hurtado, gerente del Hospital Universitario San Rafael de Tunja.El hotel Hunza, uno de los más importantes de Tunja, hoy toma una nueva cara y se convierte en salvación para decenas de personas que luchan por salirle adelante al COVID."Aquí todos los equipos están a disposición: el equipo humano, científico, todo el equipo tecnológico", dice el gerente del hospital San Rafael.Más de 300 integrantes del personal médico estarán combatiendo al coronavirus desde esta nueva infraestructura."Nosotros calculamos que partir de la próxima semana del 29 de enero tendremos el pico más grande y creo que no nos equivocamos y las proyecciones están dadas", añade Yamit Hurtado.El hotel Hunza es de cuatro estrellas y contaba con todas las comodidades para sus visitantes, pero ahora es esperanza de vida en medio de esta pandemia. La Lotería de Boyacá, administradora del inmueble, no dudó en ayudar ante está emergencia."En este momento, estamos atravesando el momento más difícil de la pandemia en el departamento de Boyacá. En este momento 3 instituciones de forma conjunta, la Gobernación de Boyacá, la Lotería de Boyacá y el Hospital San Rafael de Tunja; trabajan unidos para mirar soluciones para el departamento para salvaguardar la vida y la salud de todos los boyacenses", indica Héctor David Chaparro, gerente de la Lotería de Boyacá.Los días se han hecho difíciles en Boyacá, pero la batalla se está ganando gracias a estos espacios que darán gran descongestión a las unidades para poder garantizar la atención a los ciudadanos que lo requieran.El Hotel Hunza en medio de sus lujos escribirá su mejor historia, la de salvar vidas.
La ocupación UCI en Tunja, Boyacá, sigue en aumento: está en el 85%, por lo que autoridades y personal médico trabajan para liberar camas. Tras 15 unidades disponibles estarían por lo menos 50 pacientes, no solo de COVID-19.La cifra positivos en los últimos 8 días es de 1.066 nuevos casos."Cuando ingresamos estamos tomando muestras y están saliendo positivos, pero tenemos más o menos una fila larguita que está acudiendo a urgencias", señala Lucy Rodríguez, secretaria de Protección Social de la capital boyacense.La funcionaria también agrega que es preocupante el hecho de que hay personas “jóvenes” que se contagian de COVID-19 y necesitan de atención médica porque no sabían que tenían comorbilidades."Del 100%, el 60% son mayores de 60 años, pero nos preocupa que estamos viendo ingresar personas entre 40 y 60 años, que son personas jóvenes que de pronto no sabían que tenían alguna comorbilidad", comenta Rodríguez.Además, la ciudad sigue atendiendo solicitudes para camas UCI de diferentes partes de Boyacá y otros departamentos del país.Del 7 al 13 de enero se han realizado cerca de 300 sanciones por parte de la Policía Metropolitana de Tunja a personas que incumplen las medidas decretadas.
Mientras muchos tunjanos dormían y acataban la orden de toque de queda y ley seca, autoridades y personal de la salud batallaban maratónicamente para abrir espacio a pacientes con COVID-19 en la ciudad.“Hoy tenemos la posibilidad de garantizar 12 camas de hospitalización adicionales en el hospital local Santiago de Tunja para tratar de descongestionar la clínica Josefa Canelones y poder brindar atención para pacientes críticos en unidades de cuidados intensivos”, dijo sobre la situación el alcalde Alejandro Fúneme.Los 12 pacientes más estables de la clínica, en la que se atienden personas con COVID, fueron alistados para ser trasladados en ambulancias hasta la ESE Santiago de Tunja, al otro lado de la ciudad.“Decidimos trasladar pacientes que en medio de su hospitalización ya están más estables, pacientes que no son pacientes de UCI, si no de hospitalización general, y lo recibió este hospital”, indicó Jairo Santoyo, el secretario de salud de Boyacá.El alcalde de Tunja pidió a la comunidad ayuda para tomar conciencia, pues en las UCI de la ciudad hay un porcentaje importante de pacientes de accidentes de tránsito y situaciones relacionadas con ingesta de licor.En Tunja actualmente solo quedan 13 camas disponibles para atender pacientes COVID.
El dato sobre el número de muertes por hora en Boyacá, a razón del COVID-19, es estremecedor.En los últimos ocho días han fallecido a causa del virus 56 personas, en promedio una cada 3 horas.Pero ese no es el único indicador que preocupa a las autoridades de este departamento. También la ocupación de camas UCI, pues Boyacá traviesa uno de los capítulos más duros de la pandemia, con un pico de contagios que parece incontrolable.Solo en los dos últimos días se reportaron más de 1.200 casos.“Hay 144 personas hospitalizadas en una UCI luchando por sus vidas, haciendo que el 66 por ciento de nuestras camas en esa especialidad en Boyacá estén ocupadas”, dijo Jairo Santoyo, el secretario de Salud del departamento.En la capital, Tunja, la ocupación llegó al 83 por ciento y la hospitalización está por encima del 100 por ciento.El alcalde de esa ciudad, Alejandro Fúneme, dijo que el 20 por ciento de las camas UCI ocupadas en ese municipio son con pacientes que residen allí, el resto provienen de otras localidades.Como medidas para tratar de frenar al COVID-19, las autoridades decretaron en Boyacá el toque de queda para menores de edad desde las 6:00 p.m. hasta las 5:00 a.m. del día siguiente y para mayores de edad desde las 8:00 p.m. hasta las 5:00 a.m. del día siguiente.Además, hay ley seca desde las 6:00 p.m. hasta las 5:00 a.m., restricciones que rigen hasta el 16 de enero.
El alcalde de Tunja, Alejandro Fúneme, anunció importantes medidas para seguir combatiendo las cifras de positivos de COVID-19 en la ciudad.En el momento, existe alerta naranja en el departamento de Boyacá por la ocupación de UCI. Del 100% de casos activos de coronavirus en Tunja, el 59% se encuentra luchando por su vida en una unidad de cuidado intensivo.Debido a la delicada situación, la administración municipal decretó el toque de queda, el pico y cédula y prohibió la realización de eventos privados o públicos en cualquier punto de la capital boyacense.“El día terminado en par, podrán salir a hacer uso de las actividades comerciales, financieras y de abastecimiento las personas cuyo número de cédula termine en par y el día impar podrán hacer uso de estas actividades quienes terminen en impar”, explicó el alcalde de Tunja. Acerca del toque de queda, el mandatario de los tunjanos declaró: “Tenemos toque de queda de seis de la tarde a cinco de la mañana para menores de 18 años. Para mayores de dieciocho años, desde las nueve de la noche hasta las cinco de la mañana”.Toda persona que llegue a Tunja después de viajar deberá, por conciencia propia, reportar su entrada a través de una plataforma digital habilitada por la alcaldía y entrar en aislamiento durante seis días mínimo. Las nuevas medidas regirán desde el 6 hasta el 20 de enero.
En Boyacá se registraron dos muertes por COVID-19 en el personal de la salud. Sus compañeros de la Clínica Medilaser les rindieron un homenaje.Luis Guillermo Forero Duarte era un ortopedista de 48 años y Leonor González, una auxiliar de enfermería de 60 años.“Se presentaron dos fallecimientos del personal de salud, un ortopedista, gran compañero, gran amigo, gran médico, y una auxiliar que estuvo también la mayor parte de su vida prestando los servicios en la clínica Medilaser de Tunja, donde terminó falleciendo”, contó Fernando Suárez Rincón, presidente del colegio médico de Boyacá.Las autoridades expresan su preocupación por el número de contagios entre personal de la salud en los últimos días."Boyacá hoy tiene 691 personas en trabajadores del sector de la salud, representan más o menos el 5 por ciento del total de los contagiados para el departamento, pero son 691 personas que han adquirido el virus, principalmente en auxiliares de enfermería, trabajadores del área administrativa de hospitales y personal asistencial", explicó Jairo Santoyo, el secretario de Salud de Boyacá.El personal médico hace un llamado a la ciudadanía en general a continuar con las medidas de distanciamiento y cumplir con los protocolos de bioseguridad."En este momento es muy preocupante la tasa de velocidad de contagio en Boyacá, porque al aumentar los casos en la población general, el riesgo para los trabajadores de la salud, para los que estamos en primera línea de combate de este virus, aumenta, así tengamos todos los medios de protección", indicó el secretario de Salud.El ministerio de salud catálogo en las últimas horas a 32 de los 123 los municipios del departamento como de alto riesgo de contagios por COVID-19.
Según el Ministerio de Salud, se han incrementado los contagios de COVID-19 en dos ciudades de Colombia. Entre ellas se encuentra, precisamente, Tunja."Cuando se hace la apertura económica, lógico empiezan a aumentar nuestros números de casos. Venimos con una tasa de crecimiento de más o menos 23%, siendo la semana pasada una de las semanas que mayor número de casos llegamos a tener", reveló Lucy Rodríguez, secretaria de Protección Social de la capital boyacense.El panorama en las calles es preocupante. Aglomeraciones, el uso indebido de mascarilla y hasta personas que no creen en la pandemia son unos de los factores principales del incremento en el número de contagios.Es el caso de Saúl Velásquez, quien anda por las calles sin tapabocas. Según él, no lo usa por muchas razones, una de ellas porque supuestamente “es perjudicial para la salud”.Asimismo, sin titubear dice que el coronavirus “es una total farsa”.Por situaciones como estas es que el gobierno municipal contempla el aislamiento sectorizado, visitas puerta a puerta, seguimiento por barrios y la posibilidad del toque de queda el 31 de octubre.La secretaria de Protección Social, además, pide a sus coterráneos " que nos comportemos como si todos fuéramos COVID positivo, en el aspecto de que evitemos aglomeraciones, utilicemos bien nuestro tapabocas y tengamos presente nuestro lavado de manos y el distanciamiento social".De los 123 municipios del departamento de Boyacá, Tunja realiza el 30% de las pruebas de COVID-19 en general y es el primero en implementar la estrategia de prueba, rastreo y aislamiento selectivo sostenible.Según cifras de la Secretaría de Salud, 8 de cada 10 muertes por coronavirus son de personas mayores de 60 años.
La comandante de la Policía Metropolitana de Tunja, coronel María Emma Caro, habló sobre el caso en el que cinco miembros de una familia fueron hallados muertos dentro de su residencia, ubicada en el barrio El Consuelo de la capital de Boyacá.“Se desplaza el cuadrante en compañía de la unidad de bomberos. Al no obtenerse respuesta, sobre las 12 de la noche pasadas, se procede al ingreso. Lo que encontramos en este lugar es una escena donde hay cinco cuerpos, es una familia: dos padres, dos hijos y la abuela paterna”, dijo.La oficial indicó que el padre de familia fue hallado “suspendido de manera parcial” en la sala, ubicada en la primera planta de la vivienda. La esposa es encontraba en un sofá y los niños en sus camas, al igual que la abuela.“Se ingresa a cada uno de los espacios, no se observa preliminarmente señales de violencia, la Seccional de Investigación Criminal está adelantando todos los actos urgentes que corresponden”, afirmó.Asimismo, la oficial expresó que, sobre las 5 de la mañana, los cuerpos fueron trasladados a Medicina Legal para adelantar las respectivas necropsias y determinar las causas de la muerte.“Se arman cuatro equipos de investigación, dada la información que se recolecta de forma preliminar el padre de familia es un profesor de profesión y su esposa estudiaba y también se dedicaba a labores del hogar”, aseguró.La coronel Caro explicó que, de acuerdo con labores de vecindario, la familia había sido vista por última vez “en la casa, normal,” durante la mañana del pasado sábado 5 de septiembre. Fue más tarde, luego de que la familia no respondiera ante un insistente llamado en la puerta, cuando vecinos se comunicaron con las autoridades y, en la madrugada del domingo, se produjo el trágico hallazgo.Finalmente, la comandante de la Policía Metropolitana de Tunja manifestó que la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, adelanta la investigación de manera conjunta con la Fiscalía para establecer qué fue lo que sucedió.
Hay luto en Tunja luego de la muerte de una familia en extrañas circunstancias. Cinco miembros del mismo núcleo fueron encontrados sin vida dentro de su casa.Por varias horas, familiares y vecinos tocaron a la puerta de esta vivienda ubicada en el barrio El Consuelo, de Tunja, sin encontrar respuesta. En medio de la preocupación decidieron llamar a las autoridades.Empezó a golpearles, a llamarlos insistentemente y pues no abrían, por eso la preocupación. Llamó a las autoridades pertinentes y los vecinos dijeron que los habían visto sobre las 4 a 5 de la tarde, a los niños, a la esposa y al señor”, explicó David Gustavo Rico, un vecino del sector.Una vez lograron ingresar a la vivienda, se encontraron con los cuerpos sin vida de toda la familia.La coronel María Emma Caro, comandante de la Policía Metropolitana de Tunja, informó que los encontraron “la esposa, en el sofá; los niños, en sus camas y, al igual que a la progenitora de la persona, suspendida”.Los niños de 6 y 9 años fueron encontrados en sus cuartos, el cuerpo de la abuela de 72 años permanecía en una cama, mientras que el de la mamá de 39 años fue hallado en un sillón. El padre de esta familia también fue encontrado sin vida.Por su parte, Cristian Camilo Chaparro, otro vecino, señaló: “No sabe uno la situación por la que estén pasando las personas y que les lleva a tomar una decisión de estas o en realidad qué fue lo que sucedió”.Este caso, que aún es materia de investigación, generó consternación entre la comunidad y organizaciones sociales.Astrid Castellanos, directora de la Casa de la Mujer en Tunja, recomendó a las familias “en primer lugar, mucha fraternidad y mucho diálogo y, en segundo lugar, pedir ayuda”.La Policía y la Fiscalía avanzan en las investigaciones para esclarecer este caso en el aparecieron muertos los cinco miembros de una misma familia.
Doña María Luz Macuací, una adulta mayor que vive en precarias condiciones junto a su hijo, que se encuentra en condición de discapacidad, recibió una valiosa ayuda por parte de la Policía y una fundación en Cali.“No tiene una habitación, no tiene un baño digno, no tiene dónde guardarse, muchas veces, del frío. Ella duerme en el suelo, encima de cartones”, asegura Karen Guerrero, directora de la Fundación Niños del Mundo.Su situación se conoció durante una jornada de entrega de mercados en el barrio Potrero Grande, oriente de la capital del Valle del Cauca, donde vive doña María, de 70 años de edad.Tras varios meses de gestión para conseguirle ayudas, la Policía y la Fundación Niños del Mundo lograron suficientes recursos y materiales para adecuar la casa de la adulta mayor.“Me siento muy feliz, muy contenta, al ver la situación en la que estoy”, afirma doña María.Recientemente, recibió una lavadora, una nevera y también mercado, mientras terminan los trabajos para finalmente vivir en un hogar digno.
El video de un fleteo del que fue víctima un motociclista en el sector de Buenos Aires, genera indignación en Medellín. La víctima le contó a Noticias Caracol lo que sucedió luego de retirar sus cesantías en una entidad bancaria.Según el hombre, dos hombres a bordo de una moto le cerraron el paso, acto seguido, el parrillero se bajó y lo intimidó con un arma de fuego para despojarlo de sus pertenencias. Le hurtaron cerca de un millón de pesos y su celular.Todo quedó grabado en una cámara de seguridad que será clave para que las autoridades traten de dar con los responsables.A este caso se suma el de dos puertorriqueños que atracaron cuando recién llegaron a su hotel en la capital antioqueña.En cuestión de 30 segundos, les quitaron tres cadenas de oro y un celular de alta gama."La inseguridad está desbordada, por todas partes hacen fleteos, a la gente le roban el celular y la plata, pero las autoridades no hacen nada. Estamos a merced de los vándalos", denuncia un ciudadano.Ante estos hechos, la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá creó recientemente el Escuadrón Antifleteo, el cual está integrado por 70 uniformados y busca combatir este tipo de hurto en la capital antioqueña.Según cifras de la Alcaldía de Medellín, las comunas más afectadas por este flagelo son La Candelaria (Centro), Laureles-Estadio, El Poblado, Belén y Aranjuez.Precisamente, en las últimas horas, el escuadrón capturó a ocho personas sindicadas por estos delitos.
La familia del enfermero que presuntamente robó el anillo de oro del fallecido expresidente argentino Carlos Menem (1989-1999) se lo devolvió este viernes a la hija del exmandatario, Zulemita, según destacó su abogado, Diego Storto."Las señoras eran tres, las señoras pararon a un móvil policial porque no conocían con exactitud el domicilio de Zulemita, le dijeron que querían ver a Zulemita para devolverle al anillo. La Policía ahí si las trae hasta acá, les toma declaración y después se comunican con el juzgado de turno", señaló Storto ante los medios.El abogado afirmó que al supuesto ladrón, uno de los enfermeros que cuidó al expresidente, se le imputa un delito de hurto, que "es el delito más bajo del código penal, no prevé pena de prisión efectiva".El enfermero se encuentra en estado de rebeldía, aunque no prófugo, ya que todavía no pudo ser encontrado y notificado por la Policía.La hija de Menem, Zulemita, también compareció ante los medios y destacó que se encuentra "muy feliz" y mostró el anillo en su dedo, una pieza de oro con una piedra de ónix con los nombres grabados de sus cuatro hijos, que es una réplica del que Menem había extraviado en 1989.Además mostró su agradecimiento con la familia del acusado, y sobre este último deseó "que no lo vuelva a repetir" ya que "es un chico joven y tiene toda la vida por delante".Asimismo afirmó que van a pagar la recompensa prometida a la familia del enfermero por haber entregado el anillo."Yo me comprometí y la promesa hay que cumplirla, y yo creo que el anillo apareció por la buena voluntad de la familia que lo habló y que lo llevó", manifestó.La familia de Menem denunció que, mientras el político se encontraba convaleciente en el hospital en el que falleció el 14 de febrero último, a los 90 años, alguien robó de su propio domicilio el anillo que el peronista portaba desde hace décadas.La investigación apunta a que el robo habría ocurrido en diciembre pasado en su domicilio del barrio de Belgrano de Buenos Aires, mientras estaba internado en el Sanatorio Los Arcos.La familia se dio cuenta de la desaparición del anillo después de que Menem pidiera, cuando estaba internado, que le llevaran sus anteojos, ya que quería ver un partido de fútbol.Es así que cuando le acercaron los estuches con los anteojos desde su domicilio, notaron que la joya no estaba, ya que la solía guardar en su interior.
Un hombre de 88 años fue sorprendido conduciendo a toda velocidad en una carretera rural de Francia para no llegar tarde a recibir la vacuna COVID-19.El límite de velocidad en la carretera donde fue detenido es de 110 kilómetros por hora, dijo la Policía de la región oriental francesa de Bas-Rhin en Facebook.El conductor, un lugareño, "dio como razón de su exceso de velocidad que llegaba tarde a su vacuna contra el COVID", añadió la Policía.Los agentes confiscaron el permiso de conducir del hombre y su vehículo.Desde enero, Francia da prioridad a los mayores de 75 años en su campaña de vacunación.La estrategia está dando resultados, según declaró el primer ministro, Jean Castex, ya que la tasa de nuevas infecciones entre los mayores de 80 años ha descendido.
Un terrible caso de violencia contra la mujer se presentó en el oriente de Cali, donde un hombre atacó con machete a su expareja. El sujeto fue capturado y la víctima acabó en una clínica tras sufrir múltiples heridas.“Es una acción que rechaza la comunidad, la violencia contra la mujer, entre los habitantes, no se justifica. Por eso, seguimos llamando a la cordura y el diálogo. Sin embargo, este tipo de hechos han sido judicializados y puestos a disposición de la autoridad competente”, dijo el general Juan Carlos Rodríguez, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.El agresor fue detenido por las autoridades cuando la comunidad iba a lincharlo para hacer justicia por mano propia.