En la segunda noche de protestas en Bogotá, tras la muerte de Javier Ordóñez, el vandalismo comenzó hacia las siete de la noche en varios puntos de la ciudad.
En el barrio Las Ferias, jóvenes atacaron el CAI y provocaron el cierre de la calle 72.
Con gases y bombas aturdidoras, la Policía dispersó a un grupo, pero otros se acercaron por un costado. Además, evitaron el paso de un camión que iba a sofocar las llamas. Estas, en minutos, consumieron lo que estaba al interior del CAI.
A la misma hora, pero en el barrio Chicalá de la localidad de Bosa, desadaptados quemaron un bus de la Policía luego de obligar al conductor a bajarse.
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En Ciudad Bolívar, Tunjuelito y San Cristóbal destruyeron vidrios y puertas de los CAI Libertadores, La Victoria, Tunal, Venecia y Perdomo.
En Los Nogales de Suba y Gran Granada de Engativá decenas de personas saquearon supermercados. Lo primero que se robaron fue el licor.
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Seis policías resultaron heridos y dos buses del SITP vandalizados en medio de las protestas.
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