Expresidentes respaldan a Marta Lucía Ramírez tras cuestionamientos de Petro

La vicepresidenta quedó en medio de la polémica cuando un portal divulgó que ella pagó una “fianza” por su hermano menor en julio de 1997 en un caso de narcotráfico.

La denuncia hizo que el senador Gustavo Petro pidiera la renuncia de Marta Lucía Ramírez, pues nunca hizo público ese suceso.

El congresista Iván Cepeda también cuestionó a la funcionaria y dijo que lo ocurrido “genera total desconfianza, siembra dudas sobre su credibilidad y, por supuesto, que alguien que ostenta una condición y un cargo de semejante investidura pues no puede ejercerlo si la opinión pública no tiene plena confianza”.

Sin embargo, el mandatario Iván Duque y la mayoría de sus antecesores salieron en defensa de la vicepresidenta.

“Pretender enlodar a una mujer digna y valerosa por la conducta de un familiar es un acto de vileza y difamación. Marta Lucía Ramírez ha sido ministra, embajadora, senadora, candidata a la Presidencia después de esa tragedia y siempre la hemos visto entregada a servir a Colombia (…) con honorabilidad y entrega patriótica”, dijo el jefe de Estado.

El expresidente César Gaviria reconoció que cuando se “es personaje público le pueden sacar todo, pero de ahí salir a que ella tiene que renunciar a la vicepresidencia es inaudito”.

Recordó que en Colombia “no hay delitos de sangre, nadie responde ni por sus hijos, ni por sus hermanos, ni por su esposo, ni por nadie. ¿Por qué le van a revivir a esa señora una cosa que ocurrió hace tantos años que hoy no es delito de ninguna especie en Colombia? ¡Perdón! Uno puede apoyar a un hermano en una dificultad, ¿quién no lo hace?”.

Andrés Pastrana se sumó a las voces de apoyo y sostuvo que hace 22 años, cuando la vicepresidenta estuvo en su gabinete, “no le acepté como impedimento para ser ministra los problemas de su hermano. Hoy, tras una carrera brillante y limpia, aún la apoyo”.

Álvaro Uribe no se quedó atrás y aseguró que “en el caso de su hermano procedió con toda transparencia”.

“Primero, es una sentencia pública, una condena en Estados Unidos. Ella no pagó fianzas para esconderlo o para que lo liberaran de la cárcel, firmó una garantía de comparecencia y lo acompañó a comparecer a esa corte. Allí lo juzgaron, lo condenaron, estuvo cuatro años y medio en la cárcel. Ella procedió con toda rectitud y esas sentencias son públicas. Pero, además, no hay crímenes de sangre”, dijo.

Por su parte, Ernesto Samper manifestó que es un “mal precedente para la política colombiana, en medio de su polarización, llevar a lo personal las diferencias que nos enfrentan. Esto envilece la política y ensucia la democracia”.

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