Aunque
“Estamos esperando que se radique con un afán de calendario. Si esa ley que estamos esperando hace un par de meses se radica este martes, alcanza a aprobarse este año; si dejan pasar esta semana, va a quedar para el año entrante, esperaría yo en febrero”, explicó Roy Barreras, presidente del Senado de la República.
La premura de la radicación, la discusión y aprobación de la ley de sometimiento es mucha, pues al ser aprobada se conocerá qué tipo de organizaciones, criminales o de carácter político, harán parte del proyecto de la paz total y bajo qué condiciones.
“Salga bien o salga mal, la paz total va a implicar procesos de fragmentación criminal. Estos grupos van a ser la gasolina de los nuevos conflictos y es urgente que el Gobierno nacional defina y trace claramente cuáles van a ser los beneficios, las sanciones y las líneas rojas con las que se va a negociar con estas estructuras”, señala Alberto Sánchez, investigador en seguridad y defensa nacional.
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Uno de los puntos clave de la ley de sometimiento a la justicia serán las penas especiales que reciban quienes se acojan a la paz total. “La nueva ley de sometimiento es la que tiene que adecuar el sistema penal, garantizar las penas especiales para ese sometimiento y las garantías para que la sociedad colombiana sepa que desarticulan de verdad esas organizaciones criminales”, agregó Barreras.
La nueva ley de sometimiento se construirá con base a las recomendaciones hechas por la academia, la comisión de paz, la Presidencia del Senado y el alto comisionado para la Paz.