Todo comenzó el pasado lunes, 21 de junio de 2021, cuando la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentó ante la organización un informe sobre el número de civiles y uniformados muertos durante protestas en Colombia.
"Del 28 de abril al 16 de junio, registramos denuncias de 56 muertes, entre ellas 54 civiles y 2 policías en el contexto de las protestas, principalmente en la ciudad de Cali, así como 49 presuntas víctimas de violencia sexual", aseguró Bachelet.
El informe generó reacciones del Gobierno, incluyendo hoy al presidente Iván Duque. Así se refirió el mandatario tras las afirmaciones de Bachelet sobre los muertos durante protestas en Colombia:
“Creo que es muy importante, en esto, siempre obrar con mucha sinceridad, con mucha capacidad, primero, de análisis, sin que esté matizado por elementos políticos”.
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La reacción del presidente Duque se dio poco después de conocerse que Alicia Arango, embajadora de Colombia ante la ONU en Ginebra, Suiza, pidiera verificación de las cifras antes de darlas y entregó los casos oficiales que manejan las autoridades nacionales.
“Hay varias cosas que queremos aclarar. Primero, el número equivocado de las personas muertas en el paro, porque se ha comprobado que, a la fecha, hay 24 personas que murieron en el paro, pero 19 no murieron en el paro y 11 están en investigación”, afirmó la funcionaria.
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El más reciente informe de la Fiscalía sobre los muertos durante protestas en Colombia, entre el 28 de abril y el 20 de junio, da cuenta de 55 casos, 24 de ellos ocurrieron en el marco del paro nacional y 12 están en proceso de verificación.
Las otras 19 víctimas mortales, según la Fiscalía, murieron por hechos que nada tiene que ver con las protestas, sino por situaciones como riñas callejeras, atracos y accidentes de tránsito. Sin embargo, el ente investigador las relaciona en su informe.
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