Según los congresistas, en varias oportunidades a las mujeres no les contestan y, si lo hacen, la atención no es urgente.
Pero no solo eso, advierten que, cuando han decidido procesar el caso, les piden comprobar que se resistieron al acto violento y testigos.
Frente a este panorama presentado en el Congreso, Margarita Cabello, ministra de Justicia, apuntó: “Estamos muy preocupados porque las comisarías de familia, entendiendo la situación de pandemia, cerraron por el temor natural del contagio”.
Durante la cuarentena se han registrado más de 6.000 llamadas a las líneas de atención para atender la violencia contra la mujer.
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