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Cirujanos operaron el cerebro de un bebé mientras todavía estaba en el útero y le salvaron la vida

Fue diagnosticada con un trastorno genético en el cerebro cuando tenía 30 semanas de gestación. Los médicos decidieron realizar la intervención quirúrgica dos días antes de que naciera.

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Dos días después de la operación de cerebro, Denver Coleman, la bebé, nació con un peso de 4,2 libras, sin defectos congénitos y con complicaciones limitadas.
Facebook Drake Coleman.

Médicos de un hospital en Boston, Estados Unidos, salvaron la vida de una bebé diagnosticada con un trastorno genético mortal en el cerebro, luego de intervenirla quirúrgicamente mientras todavía se encontraba en el útero de su madre. Dos días después de la operación, la niña nació sin defectos congénitos y complicaciones limitadas.

Kenyatta y Derek Coleman son una pareja originaria de la ciudad de Baton Rouge, en el estado de Luisiana, Estados Unidos, que llevan siete años de casados y tienen tres hijos producto de su matrimonio. Cuando se enteraron de que iban a tener otro bebé, la familia se emocionó e inmediatamente comenzaron a realizarse los exámenes pertinentes para hacer un seguimiento de la salud del nuevo miembro de la familia.
En una entrevista con el diario CNN, la madre señaló que la exploración anatómica del bebé había resultado normal y que todos sus perfiles biofísicos eran anodinos, por lo que se encontraba bien, en primeras instancias. Asimismo, aseguró que ella y su esposo se habían realizado pruebas genéticas que determinaron que el embarazo era de “bajo riesgo”.

Sin embargo, no fue hasta que Kenyatta Coleman fue a hacerse la ecografía de las 30 semanas que el médico de cabecera le dijo que el corazón de su bebé estaba agrandado y algo no andaba bien con su cerebro. Luego de llevar a cabo algunos exámenes, a la bebé se le diagnosticó una malformación de vena de Galeano (VOGM).

De acuerdo con el Boston Children’s Hospital, esta alteración genética es una anormalidad de los vasos sanguíneos dentro del cerebro en la que las arterias deformes del mismo se conectan directamente con las venas en lugar de los capilares, lo que ralentiza el flujo sanguíneo y la sangre a alta presión puede precipitarse hacia el cerebro.

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Según los expertos, esta presión adicional puede causar una serie de problemas, incluido el aumento de la sangre hacia el corazón y los pulmones, lo que obliga al corazón a trabajar horas extras y puede causar insuficiencia cardíaca congestiva en algunos bebés. El aumento de la presión arterial también incrementa el riesgo de enfermedad cardíaca con el tiempo.

También puede evitar que el cerebro del bebé se drene con precisión, lo que puede provocar una lesión cerebral y, a veces, causar la pérdida de tejido cerebral o desarrollar hidrocefalia, una cabeza agrandada.

Con el fin de salvarle la vida a su bebé, los Coleman decidieron unirse a un ensayo clínico que le permitiría recibir el tratamiento adecuado, a pesar de los posibles riesgos que tendría, como el parto prematuro o la hemorragia cerebral para la pequeña.

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Fue así como un equipo del Boston Children’s Hospital, en alianza con el Massachusetts General Hospital, llevó a cabo un procedimiento quirúrgico único en su tipo en el feto de 34 semanas y dos días de edad gestacional.

La cirugía, que fue documentada en un estudio de caso publicado en la revista Stroke de la American Heart Association, se realizó cortando el útero de la madre y luego el cráneo de la bebé para operar el cerebro en desarrollo. Los médicos utilizaron la ayuda de un ultrasonido para ubicar la arteria de la pequeña y facilitar el procedimiento.

Dos días después de la operación, Denver Coleman, la bebé, nació con un peso de 4,2 libras, un poco bajo para su edad, pero sin defectos congénitos y con complicaciones limitadas.

En su proceso de recuperación, Denver no mostró signos de flujo sanguíneo anormal en las imágenes de resonancia magnética y no necesitó asistencia cardiovascular. Por ahora, se encuentra progresando notablemente bien sin medicamentos y ya no hay signos de ningún efecto negativo en su cerebro, según informó el autor principal del estudio, el doctor Darren B. Orbrach.

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“En nuestro ensayo clínico en curso, estamos utilizando la embolización transuterina guiada por ecografía para tratar la malformación de la vena de Galeno antes del nacimiento yen nuestro primer caso tratado, nos emocionó ver que el deterioro agresivo que generalmente se observa después del nacimiento simplemente no apareció”, puntualizó el doctor en un comunicado de prensa.

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