Sin duda el sueño de estos dos últimos años ha sido el anuncio del fin de la pandemia, sin embargo, el virus no desaparecerá y menos de un día para otro. La realidad es que se trataría de un cambio o transformación en la situación, de eso se trata la endemia.
“En este momento en el mundo se está en proceso transición entre pandemia y endemia. ¿Qué significa? Que el virus se va a quedar. Puede manifestarse con brotes y picos, pero ya no va a ser una propagación extensa, sino esporádica”, explica Luis Jorge Hernández, médico salubrista, epidemiólogo de la Universidad de los Andes.
Mientras otros países están en ese debate, no se puede olvidar que Colombia está en pleno pico.
“El hecho de que una enfermedad se transforme en una endemia no debe considerarse un logro en salud pública, ni tampoco una meta en el control de las enfermedades. Con respecto al COVID-19 en este momento no tenemos elementos que nos permitan considerar que la enfermedad se encuentra siguiendo un comportamiento de endemia, por el contrario, continuamos observando un comportamiento de las epidemias y en este caso puntual de una pandemia”, señala Javier Narváez, médico salubrista y epidemiólogo.
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Así que las medidas siguen siendo las mismas.
“Continuar con el tapabocas, el lavado de manos, los espacios ventilados, la vacunación. Es muy importante la vacunación, el 90% de las personas en UCI que han fallecido no estaban vacunadas”, enfatiza Hernández.
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La Organización Mundial de la Salud se ha pronunciado en numerosas ocasiones sobre el tema y ha pedido cautela ante los titulares que puedan llevar a malinterpretaciones.
“La malaria es endémica, igual que el VIH, y matan cientos de miles de personas, así que endémico no es algo bueno, solo significa que está aquí para siempre”, indica Mike Ryan, director emergencias sanitarias de la OMS.
Fuera de eso, aún queda mucho por saber del virus.
“El hecho de que en este momento la variante de ómicron esté generando una enfermedad leve no quiere decir que hayamos ganado la batalla, al contrario, podrían aparecer nuevas variantes emergentes en el futuro que podrían tener un perfil de movilidad diferente, de mayor influencia”, agrega Narváez.
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Por eso hay que ser precavidos. “Es prácticamente imposible predecir con certeza lo que va a ocurrir a futuro con la enfermedad. La mejor herramienta que continuamos teniendo para el control de la pandemia sigue siendo la vacunación y las medidas de protección”, subraya.
Tras superar cada oleada, vienen ajustes y a medida que pasa el tiempo deberán adaptarse a la situación.
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“Algunos países ya están relajando algunas medidas como el tapabocas en exteriores, aquí no está contemplando, pero hacia el futuro allá vamos; todo va a depender del comportamiento ciudadano y del comportamiento del gobierno también en hacer una mejor vigilancia epidemiológica del virus y mayor disponibilidad de las vacunas”, apunta Hernández.
Aunque cada país vive un momento epidemiológico diferente, hay desafíos por resolver como la equidad en acceso a vacunas, a tratamientos, el desarrollo de capacidades para innovación y estar mejor preparados para enfrentar nuevas crisis, no solo desde lo médico, sino sociales y económicas.
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