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¿Por qué no han llegado las vacunas para la viruela del mono anunciadas por el Gobierno?

Ministerio de Salud dice que el único laboratorio que las produce tiene cláusulas en su contrato que son inconstitucionales. Mientras tanto, los casos siguen en aumento.

Actualización de vacunación sobre viruela del mono

El anuncio de que a Colombia llegarían 5.600 vacunas contra viruela símica generó gran expectativa, pero aún no hay fecha clara. Aunque hay intención de compra por parte del Gobierno Petro, todavía no se ha firmado un acuerdo o contrato con la única farmacéutica que la produce: Bavarian Nordic.

“Resulta que el laboratorio tiene una exigencia de cláusula de indemnidad, donde el Estado y el ministerio tenían que responder por todas las defensas jurídicas y gastos por cualquier error que cometa el laboratorio. Estuvimos revisando y la firma de este contrato representa un acto inconstitucional e ilegal en Colombia”, señala la ministra de Salud, Carolina Corcho.

Básicamente, las condiciones actuales no permiten que el Estado asuma inmediatamente esta amplia responsabilidad.

“Esto no quiere decir que exista una incompatibilidad por sí misma entre la Constitución y este tipo de cláusulas. Precisamente con el COVID fue posible este tipo de compatibilidad. No hay una prohibición constitucional expresa a este tipo de cláusulas”, recalca Aquiles Arrieta, exmagistrado de la Corte Constitucional.

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Las farmacéuticas plantean estas condiciones debido a que los Estados deciden hacer un uso que no está todavía suficientemente probado. Este caso es algo similar a lo que ocurrió con las vacunas de COVID-19.

“El uso que se le permite a esta vacuna es extensivo. No es que no exista una evidencia, existe una evidencia pero volvemos al mismo caso del COVID: no tenemos evidencia de efectos secundarios a largo plazo”, explica Diana Bernal, abogada, doctora en Bioética y Biojurídica.

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Con el COVID-19, la emergencia sanitaria, la declaración de pandemia y una amplia exposición de motivos permitieron asumir la responsabilidad a través de una ley de la república, la 2064. Además, no vino sola.

“Lo que hicimos fue decir si eventualmente se llega a demostrar que una persona que se vacunaba con alguna de las vacunas contra el COVID-19 sufría un daño que fuera directamente causado por la vacuna, no iba a hacer la casa farmacéutica la que me iba a indemnizar sino el Gobierno colombiano”, agregó Bernal.

Sin embargo, esta ley incluye vacunas contra el COVID-19 y la lucha contra cualquier pandemia, es decir que no cobija el brote actual por viruela símica.

“Hemos enviado carta a la OPS ratificando la intención de la compra de las vacunas para la viruela del mono y solicitando el replanteamiento de estas cláusulas, que son muy fuertes”, indica la ministra de Salud.

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Incluso se planteó la posibilidad de explorar con otros laboratorios. “En este caso no tenemos una avalancha de contagios similar a la del COVID. En esa medida hay un espacio de negociación más amplio que el que quizás se tuvo con el COVID”, asegura el exmagistrado de la Corte Constitucional.

Los abogados coinciden en que, ante esta situación, la salida más adecuada sería la negociación, aunque dicen que no es un proceso fácil.

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“También depende del apoyo internacional de otros Gobiernos, en la misma tónica, para tratar de generar una negociación en otro sentido. Aunque parecería redundante, pero también es la negociación de los organismos internacionales”, agrega Diana Bernal.

“Creo que hay un espacio donde se pueden llegar a proteger líneas rojas, tanto de las condiciones en las que el Estado puede comprometerse como de las condiciones en que las farmacéuticas aceptarían asumir esa responsabilidad. Es un espacio que depende de las condiciones y poderes de los distintos países”, señala el exmagistrado Aquiles.

Dentro del abanico de soluciones también están, por supuesto, los ajustes jurídicos. Por ejemplo, modificar la ley 2064 creada con el COVID. ¿Y una nueva declaración de emergencia?

“En este momento el país, tanto democráticamente como económicamente, no sé si estemos para una nueva emergencia. Eso habría que revisarlo”, dice la abogada especializada en Bioética.

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Mientras el Gobierno espera respuesta de la farmacéutica, de la OPS y busca otras soluciones, los casos aumentan: en la última semana se duplicaron, pues pasamos de tener 273 a 582 según el INS.

Se hace necesario avanzar en todos los frentes como vigilancia y rastreo de casos y contactos, y alfabetización en temas de prevención.

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El tema de vacunación en ese sentido es crucial y uno de los aspectos que se discute es poder contar con vacunas para el grupo de riesgo, que son realmente quienes lo van a necesitar”, considera Alfonso Javier Rodríguez-Morales, presidente de la Asociación Colombiana de Infectología.

Por su parte, los organismos internacionales se han pronunciado sobre el acceso equitativo a las vacunas y la farmacéutica informó de un acuerdo con la OPS para facilitar ese acceso. Además, dijo que dadas las limitaciones para suministro global están trabajando con otras compañías para producir rápidamente más vacunas y ayudar a combatir el brote.

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