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Médica que perdió a sus padres y hermano por COVID: “Es muy duro ver familias destruidas”

En cuestión de 15 días, la doctora Andrea Peña vivió una tragedia por cuenta de la letalidad del virus: “mató a mis tres ángeles”, dice.

“Es muy duro ver familias destruidas”: médica que perdió a sus padres y hermano por el COVID

En un abrir y cerrar de ojos la médica general Andrea Peña perdió a causa del COVID, a cada uno de los miembros de su familia, y a pesar de no poder salvarles la vida, y de haber estado contagiada de esta enfermedad, ella decidió regresar a su trabajo y continuar trabajando por otras vidas.

Andrea no sabe cómo se contagiaron de COVID sus padres y hermano. Dice que posiblemente fue "un mal respiro", que se convirtió en una tragedia familiar.

Vea aquí: ¿Es posible contagiarse con más de una variante del COVID-19 al mismo tiempo?

“A pesar de todos los esfuerzos que yo hice por ser personal de la salud, que me aleje de mi casa, que deje a mi familia por no exponerlos todo el tiempo a este enemigo invisible, el COVID llegó a mi casa en octubre del año pasado”, cuenta.

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“No sabemos de dónde llegó por más cuidados, por más tapabocas y todo, mi casa era un campo de guerra y me contagié. Afortunadamente, no hice ningún síntoma a pesar de que el mismo virus que mató a mis tres ángeles, a mí no me hizo nada, pues debían tener alguien fuerte que los cuidara y afortunadamente fui yo”, asegura.

Perdió a su familia en cuestión de 15 días.

Yo decía es muy irónica la vida, que me prepare para dar vida y no poder quedarme con ninguno de los míos, es muy, muy doloroso
recuerda Andrea.

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De sus padres, Pedro y María Elena, heredó su fuerza y pasión por el trabajo y de Cristian, el ejemplo de hermandad y amistad.

“No les faltó nada, nada, de hecho, le sobró amor en cada persona que tuvo contacto con ellos y estoy muy, muy agradecida por todo lo que hicieron por ellos”, expresa.

Andrea insiste desde su regreso a la batalla contra el COVID en la necesidad de sensibilizar a aquellos que no creen en la letalidad del virus.

Es muy triste, es muy duro ver familias destruidas, niños pequeños huérfanos, el COVID no escoge estrato social, no escoge profesión, no escoge religión, ni clase política; el COVID-19 llegó para quedarse, porque por más esfuerzo que hemos hecho, no hemos podido y la desobediencia social es creo el protagonista de que esto se perpetúe”, señala.

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“Emocionalmente el equipo de salud está muy cansado y si le sumamos el maltrato de los pacientes, el maltrato de las familias, uno entiende la angustia, pero pues nosotros desde nuestra profesión, desde nuestro arte, tratamos de dar lo mejor por las familias y por los pacientes pensando que cada paciente puede ser el familiar de alguno de nosotros”, afirma.

Tirar la toalla no es una opción. La joven doctora Andrea seguirá trayendo vidas al mundo y salvando otras en honor a sus padres y hermano.

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“Los voy a amar cada instante de mi vida hasta que pueda volver a estar con ustedes y mientras yo viva ustedes seguirán acá vivos conmigo”, subraya.

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