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Lo que los padres de familia y tutores deben saber sobre el cáncer en niños

Esta enfermedad no discrimina a las personas por su raza, creencias o clase social, mucho menos por su edad.

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Klaus Vedfelt/Getty Images

En Colombia, cada año se diagnostican alrededor de 2.000 casos de cáncer en menores de 18 años. Condición que suele ser diferente a los adultos, en especial, porque poco se puede hacer en prevención. El cáncer en niños suele aparecer de manera súbita, desapercibida y sin un aviso claro o particular. Por eso, es por lo que los adultos se deba estar atento a ciertos síntomas sin explicación aparente que se hacen persistentes; en lugar de subestimarlos, deben llevar a una consulta médica inmediata.

Otra diferencia entre el cáncer en niños o infantil y el de los adultos es el tipo de diagnóstico. En los menores, son más comunes las leucemias y no tan frecuentes los tumores de órganos sólidos, como el hígado, entre otros. ¡Ojo! Sí se pueden presentar, pero no son la mayoría.

Síntomas para tener en el radar

Este es un listado de manifestaciones para tener en cuenta y encender alarmas sobre un posible cáncer en niños:

  • Sangrados: las hemorragias continuas, por ejemplo, por ambas fosas nasales, por las encías, asociada a palidez sin explicación, fatiga, formación fácil o sin razón aparente de 'morados'.
  • Fiebre sin explicación.
  • Dolor de una extremidad: A los niños les suelen doler, por ejemplo, las piernas. Sin embargo, ese es un dolor que se presenta usualmente al final del día cuando han tenido actividad física y es simétrico, es decir, en ambas piernas. Encienda alarmas cuando el dolor sea siempre en una sola pierna o brazo, continuo durante el día, con ubicación específica y, con más razón, si se palpa algún abultamiento o empieza a limitar la movilidad.
  • Dolor de cabeza persistente sin explicación, continuo, que se presenta al despertar y se acompaña de otras manifestaciones como visión borrosa o vómito. Antes de diagnosticar problemas como migraña, lleve al menor a una cita médica.
  • Pérdida de peso sin explicación.
  • Distensión o hinchazón abdominal persistente asociada a dolor.
  • Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos que se palpan como abultamientos por ejemplo en la parte posterior del cuello.

Por favor, ante cualquiera de estas señales no dude en acudir a una cita médica. Dar tiempo esperando para "ver qué pasa” puede hacer que los días se conviertan en un enemigo. Siempre he dicho: es preferible que el médico lo devuelva a casa a llegar tarde a un diagnóstico.

Hoy los tratamientos para el cáncer han avanzado y cambiado de manera positiva el panorama de la enfermedad. Por supuesto, se requiere además del diagnóstico temprano, que ese manejo también lo sea. Ese es un reto pendiente para que la sobrevida de los niños con cáncer en el país, alcance estándares internacionales que están alrededor del 80%. Aún más, cuando desde el año 2010 contamos con la Ley 1388, por el Derecho a la Vida de los Niños Con Cáncer.

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