Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Noticias Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
Ahora no
Activar

Publicidad

Mariana ya no tiene su corazón en la cartera: gracias a un donante, ahora le late en el pecho

Hace tres semanas se despidió de su órgano artificial y recibió un trasplante, que le permite planear y soñar. Una familia, en medio de la tristeza, tuvo un gran acto de generosidad.

Mariana ya no tiene su corazón en la cartera: ahora lo guarda en el pecho gracias a un donante

Este viernes se conmemora el día del donante de órganos. Una fecha para recordar que se puede seguir dando vida después de la muerte. Saber que alguien recibe una nueva oportunidad gracias a la solidaridad es un bálsamo para el dolor en medio de la pérdida de un ser querido.

Mariana ya no lleva el corazón en la cartera. Hace tres semanas se despidió de su corazón artificial.

“Lo tuve 3 años y unos meses; fue una experiencia magnífica en la que pude experimentar muchas cosas que no podía hacer con la cardiopatía”, dice la joven.

El 11 de abril de 2019 fue el exitoso procedimiento. Implantar una turbina en el corazón enfermo de Mariana para que pudiera bombear la sangre, esta a su vez estaba conectada a una consola de control que ella cargaba en su cartera.

Publicidad

“Ella llevaba varios meses sin poder estudiar, llevaba varios meses hospitalizada en cuidados intensivos, además pues prácticamente la habían desahuciado. Estaba como en la expectativa de qué se iba morir”, dice Leonardo Salazar, del programa Corazón Artificial, de la Fundación Cardiovascular de Colombia.

El caso fue noticia nacional e internacional porque, además, fue la paciente más joven en Colombia en ser implantada con un corazón artificial.

Publicidad

Llevaba una vida normal, a excepción de no poder meterse a una piscina o al mar, pero se empezaron a cumplir unos tiempos y condiciones que la llevaron a lista de espera para trasplante de corazón. Ahí estuvo casi un año.

Pero hace dos semanas, a la una de la mañana, timbró el teléfono: “Era la jefe de falla cardiaca. Nos dijo: ‘Mamá, hay un corazón'”, relata Liliana, la madre.

“Mi mamá me dijo: llegó tu corazón. Tenemos que llegar en media hora al hospital”, recuerda Mariana.

Esta nueva oportunidad exigía una logística perfecta en la que no se puede perder tiempo.

Publicidad

“Desde que se cierra la circulación del donante y se extrae al corazón, se preserva con una solución, se pone hielo, hasta que se abre y le vuelve a pasar circulación idealmente menos de cuatro horas”, explica el doctor Salazar.

¿Es diferente el trasplante en un paciente que ya tiene un corazón artificial de uno que no tiene un corazón artificial?

Publicidad

“Es completamente diferente. La cirugía para extraer el corazón artificial es demorada porque el corazón artificial es una estructura que se adhiere mucho, entonces no se puede esperar mucho tiempo porque puede ocurrir que cuando se ponga el corazón trasplantado ya llevé mucho tiempo por fuera del cuerpo y no arranque bien”, dice el experto.

Mariana entró al quirófano alrededor de las 6:00 a. m. para extraer su corazón enfermo y el artificial. Cinco horas después, se empezó a trasplantar el corazón donado y a las 7:30 p.m., cuando su nuevo corazón latía solo y el sangrado estaba controlado, salió de cirugía.

“Gracias a Dios todo fluyó y salió perfecto”, indicó Leonardo Salazar.

Mariana cuenta que, debido a la costumbre, durante los primeros días fue difícil desprenderse de su dispositivo, de su cartera.

Publicidad

“Fue duro en un momento lo tenía y al otro ya no. Y entré en crisis por no tenerlo. A las 2:00 a.m. me levantaba llorando, buscando la maleta, porque no la encontraba y fue duro”, dice Mariana.

Ahora ella está más viva que nunca, llena de sueños y proyectos. “Primero, acabar el colegio, acabarlo virtual. Después estudiaré algo relacionado con medicina”, anhela la joven.

Publicidad

Ya no es la niña del corazón en la cartera gracias a muchas personas que le han permitido a Mariana llegar hasta aquí y, en especial, gracias a una familia anónima que, en medio de un profundo dolor, decidió donar el corazón de su ser querido.

“De verdad valoro mucho esa mamá que me dio la oportunidad de que mi hija esté acá conmigo. ¿Qué más puedo decir?”, dice con lágrimas la mamá de la joven.

Vienen meses cruciales, de extremo cuidado para que, entre otros, su cuerpo no rechace el nuevo corazón. Ese que hoy late fuerte y que con cada latido nos llena de esperanza.

  • Publicidad