Gracias a la vacunación, la poliomielitis es una enfermedad de la que no se han vuelto a registrar casos. Por eso es necesario mantener los esquemas que han permitido un 90% de cobertura en los últimos diez años, pero que cayeron a 86% debido a la pandemia.
“El último caso de poliomielitis salvaje en el país ocurrió en 1991. Colombia cuenta con la certificación de polio salvaje”, explicó Claudia Beltrán, pediatra infectóloga.
En este momento, Colombia está en transición de la vacuna oral a la vacuna aplicada intramuscular. El esquema actual de la vacuna es de 5 dosis, las 4 primeras aplicadas intramuscular a los 2,4,6 y 18 meses. Y el último refuerzo es oral, en gotas, a los 5 años.
“No bajemos la guardia, hay un riesgo moderado de tener en Colombia brotes de esta enfermedad”, añade la doctora Beltrán.
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Alertas como la registrada en los EE. UU. este año, debido a un caso después de más de 40 años sin reportes, recuerdan que es una enfermedad grave ante la cual no podemos relajar los esfuerzos.
“Implica la parálisis de los miembros inferiores, incluso puede llegar a paralizar el centro de la respiración y por lo tanto puede llevar a la muerte”, indica la pediatra.
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No hay cura para la poliomielitis, por eso la prevención es el eje en cual el mundo focaliza las acciones: aumentar coberturas de vacunación, pero además mantener y mejorar la vigilancia de casos de parálisis y garantizar una preparación adecuada para responder a un eventual brote.
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