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Preocupante diagnóstico sobre salud mental en las Américas por aumento de ansiedad y depresión

La Organización Panamericana de la Salud también advierte sobre el incremento del suicidio en la región ante la crisis de salud mental que se exacerbó por el COVID-19.

Preocupante diagnóstico sobre salud mental en las Américas por ansiedad y depresión

Desde antes de la pandemia, ya los países venían con una carga importante en salud mental y deficiencias en la atención, una situación que aumentó tras la crisis del COVID-19. Ahora la Organización Panamericana de la Salud presentó recomendaciones y pidió respuestas urgentes a esta realidad.

La OPS advierte que condiciones mentales como la depresión y la ansiedad se incrementaron en un 7% en la región de las Américas, la única del mundo donde, por ejemplo, ha aumentado el suicidio.

Nuestra salud mental se ha visto sometida a un gran estrés, mientras luchábamos contra el virus, nuestras comunidades se enfrentaban al aumento de la ansiedad, la depresión y la violencia intrafamiliar y doméstica”, indicó Epsy Campbell Barr, presidenta de la comisión de alto nivel sobre salud mental.

“La crisis es el resultado de la falta de atención sostenida a la salud mental, reflejada, entre otros, en una brecha en el acceso al tratamiento, que deja sin atención alrededor del 80% de las personas que padecen trastornos mentales graves”, afirmó Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud.

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La OPS señala que la salud mental no es un tema que afecte solo a un individuo, sino que es una crisis pública y como tal requiere, de manera urgente, mayor compromiso de los gobiernos, inversión en infraestructura y personal. La inversión realizada en años previos es inaceptable.

Dado que solo 3% del presupuesto que los países dedican a la salud se destina a la salud mental, una escasez crónica de personal capacitado para dar una respuesta adecuada y oportuna y el menor acceso a los servicios que enfrentan las personas que viven en situación de vulnerabilidad”, anotó Barbosa.

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La pandemia por COVID-19 ha llevado a que se hable de salud mental y ha puesto sobre la mesa la crisis, las fallas sistémicas y la necesidad de un nuevo trabajo, por lo que presentaron diez recomendaciones para responder a esta crisis. Se requiere equidad en salud mental.

“Uno de los temas que abordamos fue los temas relacionados con la salud mental para las juventudes, abogamos por adoptar un enfoque de salud mental que transforme la perspectiva de género, reconociendo la desigualdad de género, la violencia de género y las masculinidades hegemónicas como amenazas significativas a la salud mental. El racismo y la discriminación racial deben afrontarse como determinantes críticas a la salud mental”, dijo Campbell Barr.

La OPS pide que el trabajo se realice a escala nacional e internacional, que se refuercen las intervenciones comunitarias en entornos humanitarios, para fortalecer y favorecer una mejor salud mental para todos.

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