La operación, por Christian Latrémouille, salió bien, pero la evolución del paciente, un hombre del que no se ha filtrado la identidad, es "delicada", señaló el periódico, que subrayó el silencio absoluto tanto del equipo médico, como de la empresa fabricante Carmat y del centro público donde se llevó a cabo la intervención.
Este corazón artificial, que pese a la miniaturización de que ha sido objeto, solo se puede implantar en hombres corpulentos debido a que es algo pesado.
El protocolo clínico para la selección de un receptor potencial es muy estricto, ya que tiene que ser alguien con una enfermedad cardíaca que amenace su supervivencia a corto plazo y para el que no sea posible hacer un trasplante clásico.
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El primero de estos trasplantes se hizo el 18 de diciembre de 2013 en el mismo hospital Georges Pompidou. El paciente, de 76 años, falleció al cabo de 74 días.
El segundo se llevó a cabo en Nantes el 5 de agosto pasado y el receptor, un hombre de 69 años, señaló que sentía que había vuelto a revivir, en declaraciones a un periódico a comienzos de mes.
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"Libération", sin embargo, puntualizó que ese paciente ha tenido que ser internado de nuevo.
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