Estableció plazo hasta el 31 de octubre y sus más de 300.000 afiliados deberán ser trasladados a otras entidades prestadoras de salud.
La superintendencia encontró varias irregularidades en la EPS Cruz Blanca, entre ellas, un patrimonio negativo de -293.000 millones de pesos a junio de este año, cerca de 1.900 tutelas y más de 16.000 quejas por la prestación del servicio en lo que va del 2019. Estas fallas motivaron la decisión.
“Esta situación se toma porque Cruz Blanca presenta una situación financiera crítica que pone en riesgo la salud de todos sus afiliados”, explicó Fabio Aristizábal, superintendente de Salud.
La entidad funcionará hasta el próximo 31 de octubre en todas sus sedes y los afiliados serán trasladados por el Ministerio de Salud a otras EPS, en las que la Superintendencia no tenga ningún tipo de vigilancia especial.
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“A ningún afiliado se le pueden suspender los servicios. Cruz Blanca debe garantizar la permanencia y la atención hasta el 31 de octubre y las EPS receptoras lo harán desde el primero de noviembre”, indicó Aristizábal.
Los afiliados podrán consultar las entidades a las que fueron asignados a través de la página de Cruz Blanca o en la página web de la Supersalud.
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