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"Terminó ocultando la soledad y el desempleo": pandemia agravó procesos de adicción

El uso de drogas está cambiando y ya se ha detectado el uso de Fentanilo, que ha dejado 15 mil casos de sobredosis en EE. UU.

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Todo empezó con la marihuana, en una fiesta universitaria la probó por primera vez. Con los años, fue escalando el consumo y hoy, a sus 38 años, en plena pandemia, está tocando fondo.

“Terminó ocultando otros efectos de la cuarentena como la soledad, como el verme en una situación de inactividad laboral. Toda la familia, de una u otra forma, sabe cuál es la situación que uno está viviendo, pero la persona que consume algunas veces se niega a ver esto por el impacto que genera. Esa sensación de soledad, de vergüenza, termina haciendo que uno se aisle aún más", dice un adicto.

El confinamiento por el COVID-19,dicen los estudiosos de este problema, aceleró muchos de los procesos de adicción o dependencia a las drogas ilícitas, muchas de ellas letales.

“Los menores de 30 años están dejando de consumir licor y están consumiendo cada vez más droga y esto tiene un acento muy particular y es que el tipo de drogas que se están consumiendo están cambiando, y aquí es donde debemos prender las alertas porque tuvimos el año pasado el primer caso de Fentalino, de consuno identificado en Colombia. El Fentanilo es una sustancia que conocemos muy bien por lo que está sucediendo en EE. UU., que mata más o menos 15 mil personas al año por sobredosis", dice Daniel Rico, director de C-Análisis..

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El confinamiento no sólo ha disparado el consumo de sustancias alucinógenas, también se evidenció el uso de drogas medicadas para el tratamiento de trastornos cerebrales, que también generan dependencia.

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Aunque el consumo interno de sustancias ilegales no es tan alto, comparado con Europa o Norteamérica, es lo suficiente para empezar a preocuparse. Datos revelan que más del 90% de los consumidores tuvo contacto con estas sustancias antes de cumplir los 18 años.

“Estamos hablando de que en un año cualquiera podríamos tener alrededor de 859 mil personas consumidoras activas de sustancias ilícitas, según las estimaciones de los estudios nacionales. Hay que entender que los estudios tienen ciertas limitaciones, pero estaríamos hablando de alrededor de medio millón de personas, que eventualmente necesitarían tratamiento porque tienen un consumo problemático", indica el analista Orlando Scopetta.

Julián Quintero lidera el Centro de Reducción de Riesgo y Daño para los Consumidores de Drogas. Trabaja de la mano del Observatorio de Drogas de Colombia del Ministerio de Justicia, él y su equipo tienen una misión: verificar la calidad de las drogas que se están consumiendo para evitar un daño mayor en la salud de los adictos.

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“Aquí lo que hacemos es prestarle un servicio para que tomen conciencia del consumo, que si lo van a hacer lo hagan sin menor riesgo, con menor daño, que cuiden su salud. Les prestamos un servicio de análisis de riesgo químico de la sustancia. ¿Qué quiere decir? que la persona se da cuenta de si lo que le vendieron era lo que era”, explica Quintero.

En otra orilla está Jorge Rodríguez Bernal, que desde hace 14 años trabaja con pacientes que han cruzado la línea y desde entonces han batallado largos años con las drogas que, explica, muestran ciertos patrones.

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“Voy a tomarme unos tragos para decir unas cuántas verdades. Fíjate cómo en esto, que coloquialmente escuchamos, se encuentra una dificultad en habilidades sociales, para lo cual uso una sustancia psicoactiva; para poner límites necesito un trago o necesito estar bajo efecto de una sustancia, para decir no necesito estar bajo el efecto de una sustancia, para pasar bien, necesito estar bajo el efecto de una sustancia", indica Rodríguez.

Lo cierto, es que para los dependientes a cualquier sustancia, todos los días se libra una batalla distinta por no quebrar su voluntad, el amor propio y el de sus familias.

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