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Tomar licor después de recibir la vacuna COVID-19: ¿se puede o se daña el efecto?

Especialistas responden a esta inquietud que se ha generado entre la gente.

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Mucho se ha especulado sobre tomar licor después de recibir la vacuna COVID-19. Aunque no hay estudios que evalúen como tal el impacto de las bebidas alcohólicas en la respuesta del cuerpo a este biológico, los especialistas coinciden en que se deben evitar excesos.

“Es sabido que el excesivo consumo de alcohol produce efectos neurológicos que todos sabemos: alteración de los reflejos, dolor de cabeza, alteración de la coordinación, manifestaciones gastrointestinales, como náusea, vómito, diarrea”, dijo el infectólogo Alejandro Mojica.

Mojica agregó que, aparte de eso, tomar licor después de recibir la vacuna COVID-19 produce efectos como “disminución de las defensas”.

Por su parte, la toxicóloga Diana Pava señaló que las bebidas embriagantes afectan varios órganos del cuerpo.

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“El consumo de bebidas alcohólicas tiene efectos a corto, mediano y largo plazo, prácticamente, en todos los órganos del cuerpo. La evidencia soporta que no existe un límite seguro para el consumo de bebidas alcohólicas y que, de hecho, por cada vaso aumenta el riesgo por complicaciones”, anotó.

“También es importante tener presente que tienen una gran asociación entre el sistema inmunológico o la depresión del sistema inmunológico y el desarrollo de infecciones”, señaló la doctora.

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Sin embargo, pasarse de tragos no solo debilita el sistema inmune.

“En el contexto del COVID-19, en el marco de la emergencia sanitaria las personas tienden a disminuir el riesgo de percepción cuando se habla del uso de medidas de bioseguridad, del uso del tapabocas, del adecuado distanciamiento social y eso nos va a llevar a un mayor riesgo por coronavirus”, complementó Pava.

Por otro lado, los efectos adversos de las vacunas podrían confundirse con los causados por el alcohol.

“Basado en lo que conocemos de otros estudios, se sabe que si consumimos alcohol en exceso, se pueden adicionar los efectos esperados de las vacunas, como febrículas, dolor en los músculos, la fatiga. Sumado esto al consumo de alcohol, podría uno sentirse peor”, sostuvo el médico Mojica.

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Se debe tener en cuenta que el efecto de las vacunas tarda semanas y que todos, después de lo que se ha vivido, quieren obtener la mejor inmunidad posible.

Por lo tanto, hay que ser conscientes de la necesidad de mantener un estilo de vida saludable y eso incluye evitar tomar licor después de recibir la vacuna COVID-19.

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