Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Noticias Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
Ahora no
Activar

Publicidad

Vive hace 23 años con una enfermedad desconocida: “La llamo mi amiga y tratamos de llevarnos bien"

Juan Gonzalo Botero es viceministro de Asuntos Agropecuarios. Cuando cree tener un diagnóstico todo se derrumba y vuelve a comenzar. Este es su testimonio.

Vive hace 23 años con una enfermedad desconocida: “La llamo mi amiga y tratamos de llevamos bien"

No tener diagnóstico es no conocer las causas y por lo tanto tampoco los tratamientos para su condición. Además, de lo que implica literalmente peregrinar entre médicos, exámenes y diferentes opiniones por padecer una enfermedad desconocida.

Juan Gonzalo Botero es el viceministro de Asuntos Agropecuarios, un enamorado y acérrimo defensor del campo que además lucha, día a día, por otra noble causa.

“Creo que no hay más capaz que una persona en condición de discapacidad y desafortunadamente a veces el país no está preparado ni en cultura ni en infraestructura, ni en atención”, manifiesta.

Y lo dice con conocimiento de causa porque lo vive en carne propia desde hace más de 20 años: “a eso de los 22, 23 años, el esposo de una prima que era neurocirujano me vio caminando y me dijo que por qué camino empinado, que eso no le gustaba, y de esa conversación terminé en una biopsia”.

Publicidad

Ahí empezó un largo camino que aún está recorriendo, en el que ha pasado por todo tipo de pruebas, exámenes, procedimientos y hospitalizaciones sin tener al día de hoy un nombre para su condición.

¿Cómo es vivir 23 años sin un diagnóstico?
"Duro, duro. Es una incertidumbre de todos los días, es muy duro porque pues tú no sabes a qué te enfrentas. Si tú supieras a qué te enfrentas..."

Publicidad

Atrofia, distrofia o porfiria son algunos de los diagnósticos que le han dado, se descartan y vuelve a empezar de cero. Aprendió a vivir con esta enfermedad desconocida. “La llamo mi amiga y nos llevamos bien y tratamos de llevar, de llevarla, pero no en la mente, porque si te llega a la mente hasta ahí llegaste”, explica.

Menos discriminación y mejores condiciones laborales de infraestructura son algunas tareas pendientes que, dice, nos harán un mejor país.

Pasión, fortaleza, familia y fe son los motores de este paisa que hoy nos llenan de inspiración y ejemplo:

"Confiando en Dios y en mis virgencitas que nos den la fuerza de seguir adelante, algún día sabré qué tengo para para saber si hay alguna solución, algún remedio o algo que nos permita tener esperanza en el futuro de que podemos mejorar".

  • Publicidad