En el barrio María Paz, ubicado en la localidad de Kennedy, en el suroccidente de Bogotá, un joven de 20 años fue asesinado a tiros cuando caminaba por la calle con una adolescente de 17 años.Le puede interesar: Maltratador encerró a su esposa en su propia casa y hasta le desconectó los serviciosLa víctima, que según lo informado por Blu Radio era un ciudadano extranjero llamado John Rojas, recibió tres disparos en el rostro y tres más en los brazos.El joven asesinado en el barrio María Paz llegó sin signos vitales a la Clínica de Occidente.La adolescente que iba con la víctima, que tampoco era colombiana, sobrevivió al ataque, pero fue impactada por un tiro en la pierna izquierda.La Policía de Bogotá cree que el crimen estaría relacionado con un ajuste de cuentas por el sitio donde se produjo el asesinato, el barrio María Paz.Y es que este sector de la capital de Colombia es considerado como uno de los más peligrosos debido a problemáticas como el microtráfico, los homicidios selectivos y las extorsiones.El pasado 18 de marzo, las autoridades se tomaron el barrio María Paz y allí descubrieron que los delincuentes usaban los contadores de los servicios públicos para camuflar la droga que distribuyen.Las carretas de los recicladores también fueron inspeccionadas y, con la ayuda de perros antinarcóticos, encontraron en algunas drogas como marihuana y bazuco.En una bodega del barrio María Paz, donde se produjo una captura, hallaron vehículos con irregularidades, como motos con placas alteradas.En ese sector, según denuncias hechas por concejales de Bogotá, delinque una banda conocida como Los Satanás.“Son atracadas nuestras familias cuando los integrantes salen a trabajar. Hasta el almuerzo que llevan para su empresa o su universidad les roban”, contaba una de las habitantes del barrio María afectada por ese grupo criminal.Y es que Los Satanás incluso disparan como advertencia contra quienes se niegan a acceder a sus extorsiones, que van de 2 a 30 millones de pesos.Las víctimas recibían panfletos que decían: “Recuerda que la felicidad y la tranquilidad no tiene precio, comunícate. Atentamente, Satanás”.La Policía de Bogotá, que sabe de la peligrosidad de ese grupo, capturó a 20 de sus miembros. Pero sigue en la búsqueda de alias ‘Satanás’, líder de la banda y peligroso delincuente que aún continúa atemorizando a la ciudadanía.Otras noticias:Mamá e hijos fueron sacados de su casa, asesinados y embolsados en MéxicoConductor atropelló a varias personas en aeropuerto de Bonn, Alemania
Más preguntas que certezas rodean el caso de Sara Sofía Galván, la niña de la que no se sabe nada desde el 15 de enero cuando su mamá, Carolina Galván, de 21 años, se la llevó de la casa de su hermana.(Otras noticias: Mujer en aparente estado de embriaguez cachetea a soldado frente a unidad militar)Noticias Caracol tuvo acceso a audios y al documento de 138 páginas donde está consignada toda la investigación.Uno de los audios es de la vendedora ambulante que contactó por redes sociales a Xiomara Galván, tía de la niña, quien asegura que, entre Carolina Y Nilson Díaz, capturados por la Policía, hay un pacto de silencio.Según el relato, ninguno de los dos puede revelar la verdad de lo que pasó: “si él me deja yo lo voy a echar al agua, entonces llegó un señor y ella no me quiso seguir hablando”.Esta versión es corroborada por la tía de la niña, quien en su testimonio ante la Fiscalía 54 ha dicho que su hermana era obligada a entregarle a Nilson Díaz el dinero que ganaba como trabajadora sexual en un amanecedero del barrio María Paz, en Kennedy.“Él es el que la tiene trabajando acá, todo lo que su hermana hace es para él. Su hermana dice que, si ella lo deja, ellos tienen una promesa de (no decir) qué realmente fue lo que paso con la niña y que ella lo echaría al agua si él la deja ella", le habrían comentado a Xiomara Galván.Otro detalle que ha llamado la atención de los investigadores, en un interrogatorio posterior al primero, es que Carolina aseguró que el contacto para regalar a la niña lo hizo por internet y la habría entregado detrás de la Biblioteca el Tintal, en el sur de Bogotá.“Le empezamos a preguntar por la niña y ella lo primero que me dice es que regaló la niña a una señora por internet y que no sabía quién era la señora y que ella no había vuelto a hablar con la señora”, señala el documento.Una cámara del lugar es clave en la investigación para determinar si la niña fue vendida o regalada en este sector de la capital.Esta versión coincide con la de Nilson Díaz, según la cual la niña salió con vida de su casa. Asegura que tiene la evidencia en el celular.“Carolina se fue a finales de enero con la niña bien, con una maleta rosada y un poquito de ropa en un costal, volví a ver a Carolina a principios de febrero con la niña (…) tengo unas grabaciones en el celular que ella me dijo que la niña se la había regalado a una señora de un carro en Patio Bonito. Ella me alcanzó a decir que era un carro rojo”, quedó consignado en otro aparte del documento.Noticias Caracol obtuvo la copia del registro civil de Sara Sofía. En él no aparece registrado su papá y se informa que la menor de edad nació en Bogotá el 30 de marzo de 2019, es decir, cumplirá dos años el martes de esta semana.Inicialmente, Carolina Galván contó que el 28 de febrero le había dado de almuerzo lentejas y que por la noche el rostro de Sarita se había puesto rojo y que se encontraba muerta."Yo creo que la niña está viva, la versión del caño no la creo. ¿Qué le pido a don Nilson? Que él tiene sus hijos, que se ponga la mano en el corazón, que diga qué realmente pasó con la niña", es el llamado incesante de la tía de la menor.Antes de la captura era fácil encontrar a Carolina Galván en el parque principal del barrio María Paz.Testimonios rendidos por los involucrados señalan que la joven pasaba horas balanceándose en un columpio, con el pelo descuidado y la mirada perdida. La Fiscalía - como reza en un documento - ordenó examen psiquiátrico a la mujer.¿Quién es Nilson Díaz?De Nilson Vladimir Díaz Valenzuela se sabe que tiene 45 años, que trabajaba como mesero en un establecimiento de Corabastos y que tiene cuatro hijos. Uno de ellos le contó a la Fiscalía que la niña era sometida a crueles castigos físicos.El ente investigador evalúa las declaraciones de cuatro testigos claves para armar el rompecabezas que permita saber qué pasó con Sarita.
Se disfrazaban para no levantar sospechas y robaban a ocupantes de motos y taxis sin importarles que iban en movimiento. Sus fechorías, como lo muestran imágenes de cámaras de seguridad, las cometían en medio del tráfico. En una de esas escenas se ve cómo se abalanzaron sobre un taxi en tránsito, que trató de evadirlos, pero que no pudo ante un atasco que lo hizo detenerse. En ese momento los insistentes ladrones lograron abrir las puertas, tanto del conductor como del pasajero, y se llevaron lo que pudieron tras amenazarlos con cuchillo en mano, En otro hecho, a una motociclista le ‘raponearon’ el bolso aprovechando que se encontraba en un trancón. El seguimiento de las autoridades logró ponerle fin a estos hechos que sembraban el pánico en el sector de María Paz, localidad de Kennedy, donde fueron capturados seis delincuentes.
Cada 20 minutos una persona es víctima de robo en este sector de Bogotá. Comunidad denuncia que habitantes de calle también están invadiendo la zona. Leonel Corredor, veedor de la localidad de Kennedy, reconoce que la Policía está actuando para capturar a los delincuentes que aterrorizan en el barrio, pero afirma que hace falta más pie de fuerza para apoyar esta labor. En diciembre pasado, el Distrito había decretado ley seca en este sector para contrarrestar la inseguridad que lo azota. En contexto: En Corabastos anuncian más protestas por ley seca, pero hay ciudadanos que celebran la decisión
No solo ladrones se han tomado las calles de la zona y los barrios María Paz y El Amparo, también carreteros y recicladores. Comerciantes de Corabastos y de locales aledaños denuncian que más de 250 negocios tuvieron que cerrarse por la medida de ley seca, que estará vigente durante tres meses las 24 horas del día. “Somos más o menos 5 mil mujeres madres cabezas de familia que estamos sin trabajo, nos dejaron sin trabajo de un día para otro”, sostuvo Gladis Lara, vendedora del sector. Corabastos es la central de comercio de alimentos más grande e importante de Colombia. Desde la madrugada y durante el día, más de 150 mil personas trabajan en torno a la compra y venta de por lo menos 10 mil toneladas de alimentos. Según Luis Hernando Ríos, vocero de los vendedores, “se tiene un estimado que se van a comercializar por lo menos 350 mil toneladas de productos en el mes de diciembre”. En contexto: En protestas por ley seca en sector de Corabastos, apedrearon 27 buses del SITP
Peligrosas bandas aterrorizan a comerciantes e inducen a niños al consumo para luego reclutarlos como campaneros y vendedores de alucinógenos. Exclusivo. Policía capturó a 19 de los delincuentes que conformaban los grupos que han dominado cerca de cinco cuadras en el sur de Bogotá, en los sectores conocidos como El Cartuchito y La Favorita, justo en la parte trasera de Corabastos. Camuflados entre los comerciantes, habitantes de la zona atemorizados guardan silencio ante lo que sucede en esas calles y que fue evidenciado por cámaras ocultas de la Policía Nacional y de Noticias Caracol. En una de las escenas captadas se ve cómo dos niños, uno que no supera los 10 años y otro que tiene unos 15, se pelean por un cigarrillo de marihuana que estaba fumando un distribuidor. Y esta población, la de los menores de edad, es la que más preocupa a las autoridades. Ellos no solo son usados como campaneros, también como vendedores de marihuana y bazuco. El ICBF hizo parte de un operativo realizado este miércoles por la Policía Nacional para ubicar a los niños que están siendo sumergidos en el mundo de las drogas. Los distribuidores los seducen yendo a los colegios de la zona, donde regalan dosis de marihuana y bazuco. Los traficantes no paran en la noche y su trabajo es vigilado por alias ‘el Negro’, que tiene a cargo al menos 50 hombres y es considerado el jefe máximo de una de las organizaciones que actúan en el barrio María Paz. La organización se dirige a varios de los sitios de rumba en los que prostituyen a menores de edad a cambio de dosis de drogas, señala la investigación de las autoridades. El dinero recaudado es recibido por una mujer que tiene un puesto de venta ambulante y sería la encargada de llevar la contabilidad de la banda.
Los habitantes alertan ante el aumento de hurtos en el barrio María Paz, en la localidad de Kennedy. Muchos dicen que no se atreven a salir a la tienda. La administración local y la Policía a diario realizan rondas de seguridad, pero los vecinos aseguran que no es suficiente. Kennedy es una de las localidades más conflictivas de Bogotá, según la Secretaría de Seguridad.
Cansados de los constantes hurtos, vecinos y comerciantes del barrio María Paz de la localidad de Kennedy instalaron pancartas que alertaban a transeúntes. Sin embargo, producto de la misma inseguridad, los avisos fueron hurtados. “Ladrones al acecho, hurto de celulares modalidad raponazo, baje los seguros de su carro y suba las ventanas, le abren las puertas”, decía el aviso que fue desmontado, presuntamente, por los antisociales. Residentes del sector, que ha sido designado como ‘el Cartuchito’ por su peligrosidad, advierten que la instalación de resaltos para evitar accidentes ha sido aprovechada por los ladrones que acceden a los vehículos una vez bajan la velocidad.
La comunidad del barrio María Paz, de la localidad de Kennedy, perdió a uno de sus guardianes más queridos. Se trata de Salvador, una mascota que enfrentaba con valentía a los delincuentes y que sufrió la malicia de un delincuente.El sujeto pretendía robar a su dueño, armado con un arma blanca. Salvador intercedió para defender a su amo pero el hombre lo atacó y le causó una grave herida que poco a poco lo fue desangrando.Finalmente, pese a los esfuerzos de quienes se solidarizaron, la mascota no logró salvarse. Sin embargo, el ladrón y atacante fue aprehendido. En el momento de la captura, la Policía logró establecer que tenía anotaciones por delitos similares.
Por lo menos 16 personas resultaron heridas por el choque de dos trenes en Palermo, Argentina, confirmaron autoridades de ese país.El incidente, según un comunicado de Trenes Argentinos, se dio cuando “una formación de la línea San Martín colisionó con una locomotora y un coche furgón vacío, a las 10.31, en el kilómetro 4.900 sobre el viaducto Palermo a la altura de la avenida Alcorta”.“Actualmente, personal de la empresa realiza las tareas para evacuar a las personas que se encuentran en la formación; los servicios de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires asisten a los pasajeros. El servicio se encuentra interrumpido”, agrega el texto.Noticia en desarrollo.
La mamá de Jefferson Joshua Rodríguez, un niño de 12 años, busca a su hijo desesperadamente luego de que el menor no regresó a su casa, ubicada en el municipio de Soacha, Cundinamarca. Lleva cuatro días desaparecido.>>> Lea, además: Familia fue víctima de estafa: pagó el viaje de sus sueños y terminó tumbadaSegún reportó la madre de Jefferson Joshua, el niño salió de su casa el pasado martes, 7 de mayo, pero no volvió.El pequeño llevaba puesta la sudadera del colegiom que es de color gris.Si usted ha visto a Jefferson Joshua Rodríguez comuníquese con la Policía Nacional de Colombia o llame al Ojo de la Noche de Noticias Caracol, al número 318 696 0455, para que Edward Porras lo ponga en contacto con la mamá de este pequeño.>>> Le puede interesar: Ladrones fueron cogidos con las manos en la masa y casi son linchados en Cundinamarca
Hasta hace unos meses, el glaciar Ritacuba Blanco, uno de los picos más altos de Colombia, estaba cubierto por un manto de nieve homogéneo. Pero el brutal fenómeno de El Niño lo resquebrajó, provocando gigantescas zanjas, inéditas señales de su agonía.>>> Le puede interesar: Por incendio en Isla Salamanca, presuntos responsables fueron judicializadosDesde noviembre, cuando la temperatura comenzó a subir en el país como consecuencia del evento climático, la capa blanca empezó a desaparecer a una velocidad que los expertos de la Sierra Nevada El Cocuy, en el extremo este del departamento de Bocayá, calificaron de alarmante.En la parte más baja del Ritacuba Blanco, a unos 4.950 metros sobre el nivel del mar, aparecieron hendiduras de varios metros, constató la agencia de noticias AFP en una visita reciente. La roca, que durante siglos se ocultaba bajo la nieve, quedó expuesta.Autoridades culpan a El Niño, fenómeno natural causado por el calentamiento del océano Pacífico, que desde finales de 2023 golpea a Colombia. El país, uno de los más biodiversos del mundo, registró en marzo el mes más caluroso de su historia, con temperaturas de hasta 42,4° C en algunas zonas."El fenómeno de El Niño es quizás lo peor que le puede pasar a nuestros nevados o glaciares colombianos ya que hay ausencia de nubosidad y por lo tanto no precipita nieve en los glaciares, que es lo que necesitamos para que se mantengan", explica Jorge Luis Ceballos, glaciólogo del estatal Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).El Ritacuba Blanco es el más quebrado de los picos nevados del país, en cuenta regresiva hacia la extinción. Mientras se deshiela gota a gota, los turistas lo visitan y posan para fotografías entre los altos muros de las grietas. De los 14 glaciares tropicales que existían en Colombia a comienzos del siglo XX solo quedan seis."A finales del año pasado en este lugar las paredes medían seis metros aproximadamente", pero ahora "prácticamente no alcanza ni al metro, es bastante la cantidad de hielo" que se ha perdido en los últimos "seis meses", cuenta preocupado Edwin Prada, un guía local.El Niño aceleró la desaparición de los glaciares de El Cocuy, un paraíso frío en el que nacen ríos y al que solo se llega tras una caminata de siete kilómetros en ascenso.Esas montañas son hogar de cóndores y mamíferos como tapires y venados.Según cifras de 2022, unos 12,8 km2 de ese territorio estaban entonces tapados de hielo y nieve, la extensión más pequeña desde que el Ideam monitorea los datos. En 2010 eran 16,5 km2 y en 2003 19,8 km2.En los últimos meses "se derritió la nieve por ausencia de precipitaciones, quedó expuesto el hielo a la radiación solar y esto aceleró la fundición del hielo", sostiene Ceballos, la principal autoridad del tema en Colombia."Observamos un cambio en los espesores de hielo entre 2 y 3 metros (...) eso para un glaciar colombiano es demasiado", agrega.En 2023 el planeta experimentó las temperaturas más altas desde que se tiene registro, según el Observatorio Europeo del Clima Copernicus (C3S). La ONU calcula que 2024 el mundo podría romper ese récord.Los glaciares, fieles termómetros del calentamiento global, dan señales de alerta. En Asia, el continente más afectado por los calores extremos, los picos helados del Himalaya también perecen, amenazando la seguridad hídrica de la región, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).Según informó el observatorio Copernicus este miércoles, El Niño está "debilitándose", permitiendo vislumbrar un posible respiro más tarde en el año, pero sin cambiar la tendencia fundamental de un calentamiento alimentado por el uso masivo de petróleo, carbón y gas fósil.Los estragos del fenómeno de el NiñoEl Niño provocó en enero incendios que arrasaron una parte de los emblemáticos cerros de Bogotá. Ese mes, el fuego consumió más de 17.000 hectáreas de bosque en todo el país.Algunas de las llamas llegaron hasta los páramos, ecosistemas frágiles únicos de países andinos cuyos frailejones (vegetales típicos) quedaron calcinados. Allí también se secaron pequeñas lagunas que suministran el agua a poblados.En una decisión sin precedentes en este siglo, la capital colombiana decretó un racionamiento en el servicio del acueducto ante el bajo nivel de sus embalses.Humberto Estepa, habitante de Güicán, un poblado cercano al glaciar, se estremece cada vez que sube al Ritacuba Blanco.El deshielo "no era tan notorio como ahora, este año ha sido demasiado el descongelamiento", sostiene. "Este año, cada vez que subo está peor, ya hay una grieta nueva, más descongelado (...) uno siente mucha nostalgia como habitante de acá", lamenta.Luisa Cepeda, una médica de 39 años, caminó junto a su hija adolescente para ver el ocaso del glaciar. "Quería conocerlo, no me lo quería perder antes de que se acabara (...) da tristeza ver cómo se está fracturando", dice.>>> Vea más: Campesino en Caquetá encuentra pez en peligro de extinción y lo devuelve a su hábitat
Al parecer, una modalidad de robo está tomando fuerza en Bogotá y Tolima, donde delincuentes se aprovechan de la buena fe de las víctimas para hurtar el dinero que tiene destinado a comprar teléfonos celulares marca iPhone.>>> Le puede interesar: Ladrones fueron cogidos con las manos en la masa y casi son linchados en CundinamarcaSegún la denuncia de las víctimas, los delincuentes les ofrecían celulares por el asombroso precio de 1 millón de pesos.Cuando llegaban al sitio de encuentro, en El Espinal, Tolima, para entregar el dinero y reclamar el teléfono terminaban siendo asaltadas.El coronel Fabio Ojeda, comandante de la Policía del Tolima, explicó que “estos sujetos se dedicaban al secuestro extorsivo. Citaban a personas de la ciudad de Bogotá al municipio de El Espinal, con el propósito de suplantar comerciantes para vender objetos”.Luego de que los lograban engañar, las víctimas “eran amordazadas, amarradas y a sus familiares les exigían altas sumas de dinero por su liberación”.Gracias a las denuncias e investigaciones, las autoridades detuvieron a los señalados ladrones y secuestradores en la localidad de Usme, en el sur de Bogotá.>>> Le recomendamos leer: Familia fue víctima de estafa: pagó el viaje de sus sueños y terminó tumbada
Conducir un vehículo implica una gran responsabilidad y exige atención a diversos factores, entre ellos, la elección del calzado adecuado. En Colombia, al igual que en otros países, ha surgido la duda sobre la legalidad y seguridad de conducir descalzo, con sandalias o hasta chanclas.>> ¿Cuáles son los barrios donde más roban carros en Bogotá?¿Qué dice el Código Nacional de Tránsito sobre el calzado para conducir?Si bien no existe una normativa específica en el Código Nacional de Tránsito que prohíba explícitamente esta práctica, la seguridad vial debe ser el factor primordial. Expertos en la materia, como el abogado Pedro Rodríguez Martín, recomiendan evitar conducir descalzo o con calzado inadecuado, ya que esto podría aumentar el riesgo de accidentes. Así mismo, Rodríguez explicó para el portal CarroYa que esta debería ser una práctica sancionada teniendo en cuenta el alto índice de accidentalidad del país.>> Las razones por las que su moto puede perder la revisión tecnomecánica¿Por qué evitar conducir descalzo o con chanclas?Falta de control del vehículo: el calzado inadecuado, como las sandalias o zapatos sueltos, puede dificultar el manejo de los pedales, especialmente en situaciones que requieren reacciones rápidas, como frenadas repentinas o maniobras evasivas. Riesgo de lesiones: en caso de accidente, la falta de protección adecuada en los pies puede agravar las lesiones. Distracciones: conducir descalzo o con sandalias puede generar incomodidad o molestias que desvíen la atención del conductor de la carretera. >> ¿En qué casos podrían inmovilizar su moto? Tome nota¿Qué tipo de calzado es adecuado para conducir?Zapatos cerrados y ajustados: brindan mayor sujeción al pie y evitan que se deslice de los pedales. Suela antideslizante: garantiza mejor adherencia y control al pisar los pedales. Tacón bajo y ancho: Permite un manejo más preciso de los pedales y reduce la fatiga en los pies. Evitar correas y adornos: disminuye el riesgo de que se enganchen en los pedales o en otros elementos del vehículo.