Un hombre fue asesinado cuando llegaba a su casa en el barrio Verbenal, ubicado en la localidad de Usaquén, norte de Bogotá.Este crimen se suma a otra muerte violenta ocurrida en días pasados en el mismo sector.Disturbios en Bogotá: policía atacado con machete está en cuidados intensivosPreliminarmente se habla de posibles retaliaciones entre bandas de microtráfico, pero el hecho es materia de investigación.La víctima murió en el lugar del ataque. Por 300 mil pesos, venden carné de vacunación falso en calles de Bogotá
En las últimas horas se conoció que tres policías que son investigados por casos de homicidio durante las protestas de septiembre del año pasado en Bogotá siguen activos y, además, habrían sido condecorados.“Se logró establecer la presunta responsabilidad de estos tres miembros de la Policía por el homicidio cometido en contra de cuatro ciudadanos, entre ellos un menor de edad y una mujer”, indicó en enero Luisa Fernanda Obando, delegada para la seguridad ciudadana de la Fiscalía.En contexto: Tragedia del 9S en Bogotá: ¿qué ha pasado con policías señalados de disparar y cometer abusos?Se refería a los uniformados Jhon Gutiérrez, Andrés Díaz y Jorge Andrés Lasso, quienes aún ejercen y han recibido condecoraciones en las últimas semanas, según denunciaron en el Concejo de Bogotá.Sin embargo, la Policía niega estas condecoraciones y señala que los policías sí continúan al interior de la institución, pero en otras funciones.“Estos funcionarios son en este momento activos, ya no laboran en las mismas unidades en donde sucedieron los hechos, precisamente para llevar a cabo una investigación más efectiva y, adicionalmente, no han sido condecorados personas sancionadas”, señaló el coronel Jairo Baquero, comandante de la Policía Metropolitana de BogotáA nivel penal, en enero de este año se les imputó cargos a estos tres patrulleros por el delito de homicidio y sus procesos se encuentran en etapa de juicio.En video quedó registrada la brutal agresión de conductor del SITP a un pasajeroEl único que ha sido cobijado con medida de aseguramiento es Óscar Alexander Márquez, por supuestamente disparar a una persona en hechos ocurridos en Soacha, Cundinamarca, durante las protestas del 9 de septiembre del año pasado.A nivel disciplinario, la Procuraduría inició investigación a estos tres uniformados de la Policía desde 2020 y tiene más de 30 indagaciones a otros uniformados por abuso de poder en todo el país.Para la Corporación Excelencia en la Justicia se debe acelerar las actuaciones judiciales en las investigaciones relacionadas con las protestas.De acuerdo con cifras oficiales, el 9 de septiembre del año pasado fallecieron 13 personas y más de 400 resultaron heridas.
Las imágenes de una noche de caos y terror en el barrio Verbenal todavía estremecen a Bogotá. Todo ocurrió el 9 de septiembre de 2020, pasadas las 9:30 p. m., y encarna uno de los capítulos más sangrientos en la historia de la capital tras las protestas ciudadanas por la tortura y muerte de Javier Ordóñez, apenas 24 horas atrás. Esa noche trece civiles fallecieron en distintos lugares de Bogotá y Soacha presuntamente por balas disparadas por la Policía.Después de cuatro meses, este lunes serán imputados por la Fiscalía tres patrulleros por las muertes de Andrés Felipe Rodríguez, Jaider Fonseca Castillo, Angie Paola Baquero y Germán Puentes Valero. Aunque es un primer avance en el expediente, los familiares de las víctimas y sus abogados insisten en que hay una operación de encubrimiento institucional para que la verdad no se conozca.“Una vez escuchadas las comunicaciones por radio que existen entre el comandante de la estación de Usaquén y las personas que estaban en el operativo del Verbenal, pues se les manifiesta que antes de llegar a este se quiten sus chaquetas, cubran sus identificaciones (...) y que no 'se boleteen', expresamente, porque existen muchas personas grabando el operativo”, afirma María Alejandra Garzón, abogada de las víctimas.¿Para qué quitarse las chaquetas oficiales en el momento más álgido de los enfrentamientos? Esa es la gran pregunta. ¿Lo hicieron para evitar agresiones en su contra o, como dicen los abogados de las víctimas, para que no se identificara a quienes les dispararon a los civiles y protagonizaron los abusos?El protocolo del Ministerio del Interior para atender la protesta ciudadana es así de claro: “(…) la actuación de la Policía Nacional deberá ser desarrollada en todo momento mediante personal y equipos identificados de manera clara y visible".Noticias Caracol conoció el testimonio de uno de los policías que estuvo esa noche en el Verbenal y que resultó lesionado en el rostro. Según dijo, llegó al lugar como refuerzo a las 7:30 p. m. mientras los ataques contra el CAI cada vez eran peores. Su versión resulta clave porque admite que recibió la orden de quitarse su chaqueta."Yo tenía la chaqueta reflectiva puesta, pero antes de llegar al apoyo, por radio, manifestaron que nos quitáramos las chaquetas, que llegáramos sin chaquetas puestas. Desconozco quién dio la orden por radio (...) yo dejé la chaqueta en el baúl de la moto".Lo más inverosímil, dicen los abogados de las víctimas, son las justificaciones de algunos policías sobre el episodio de las chaquetas.“Manifiestan, por ejemplo, que les dan dotación cada dos años y que no las querían ensuciar y por eso se la quitaron, o que se había manchado de sangre o que no querían que se manchara de sangre (…) es una burla a todas las víctimas”, dijo el defensor Juan Felipe Sánchez.Pero hay otras particularidades. Por ejemplo, hay múltiples inconsistencias entre la dotación asignada a algunos policías esa noche y los reportes de pérdida de munición.“Digamos que en este caso concreto de Verbenal hubo inconsistencias en la dotación de 9 policías, incluso agentes que manifiestan no haber estado en servicio ese día. Entonces, genera bastante suspicacia el hecho de que el 9 de septiembre agentes que no estaban de servicio hayan perdido munición”, añade Sánchez.Otro de los puntos que se busca aclarar en el expediente es el súbito relevo de mando en la Policía de Bogotá, momentos previos a que miembros de esa institución dispararan sus armas contra los manifestantes. El coronel Luis Alfredo Sarmiento lo explicó así a la Fiscalía: "el 9 de septiembre estaba como comandante encargado de la Policía metropolitana de Bogotá (…) pero sobre las 20:00 horas mi general Rodríguez arribó indicando que fue notificado para asumir la comandancia de la Bogotá en encargo".El coronel Sarmiento se refiere al general Carlos Rodríguez, quien desde las ocho de la noche de ese 9 de septiembre se puso al frente de la seguridad en Bogotá. Pocas horas después, trece civiles murieron.“En el expediente no se pudo documentar mucho respecto del cambio de los mandos de la Policía a esa hora, precisamente porque la Fiscalía tiene su foco de investigación en encontrar en este momento a las personas que accionan las armas de fuego y no a las personas que dieron la orden presuntamente”, dijo Santiago Serrano, otro abogado de víctimas.El reclamo de estos tres abogados es que la Fiscalía envíe este expediente a la unidad de derechos humanos para que se adelante una sola investigación. Hoy, trece fiscales distintos de la unidad de vida indagan lo que ocurrió, es decir, hay 13 pesquisas paralelas y varias más por las decenas de heridos. ¿Puede reconstruirse la verdad así?Mientras la Fiscalía evalúa esta petición y se apresta a imputar a los primeros tres patrulleros por homicidio, el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, asegura que la institución ha sido transparente con la justicia para que se conozca la verdad.“Para la noche del 9 de septiembre y el 10 de septiembre de la madrugada, desde el puesto de mando unificado del nivel central, y el de la Bogotá, no se dio ninguna orden para que los policiales se quitaran la chaqueta o algún elemento del servicio. Todo lo contrario, que estuvieran identificados y que cumplieran con todas las normas de protección a las personas y a su integridad”, dijo.Y añadió: “en este sentido y frente a unos videos que han circulado a partir de ese día ya la Procuraduría General de la Nación ha tomado acciones, se han identificado policiales, y están en proceso de investigación y de juicio disciplinario”.Lo ocurrido ese 9 de septiembre urge una investigación en contexto. Fueron 305 civiles heridos, 199 policías lesionados, 197 vehículos de la Policía afectados, 72 CAI vandalizados, 86 buses articulados y del SITP vandalizados y 13 incinerados. Unos 31 radios de la Policía hurtados y 22 dañados, 72 circuitos cerrados de televisión averiados, 5 chalecos antibalas extraviados y una pistola de la Policía robada. Eso, además de la violencia contra entidades bancarias, comercios y supermercados y la muerte de una mujer arrollada por un bus del SITP que vándalos se habían robado.Más allá de estos hechos, todos graves y repudiables, la respuesta de la Policía en medio del caos está hoy en el banquillo. La abogada María Alejandra Garzón lo pone en estos términos: “hay fiscales que tienen la tesis de que estaban protegiendo el CAI. ¿En qué momento unas instalaciones, una pared se vuelven más importantes en términos de derechos que la vida de una persona?”.
Una familia chocoana que reside en Bogotá vivió momentos de angustia luego de que dos de sus hijos, que ni siquiera participaban en las protestas, resultaron heridos de bala por los disturbios dentro de su propia casa.El hecho se registró el 9 de septiembre en el sector de Verbenal, en Usaquén, donde los Valencia también tienen un restaurante.Henry Valencia contó que escucharon “unos ruidos, como si hubieran entrado al salón, es ese momento venimos con mi hermano caminando a mirar qué pasó por el salón y en este mismo instante somos impactados. La bala que impacta directamente a mi hermano en el pecho entra por este agujero (mostrando una ventana) y a mí una esquirla es la que me rasga el ala nasal izquierda”."Cuando siento el impacto me cogí la cara, estaba muy adolorido y lleno de sangre, cuando volteo a mirar mi hermano está con la mano en el pecho y diciendo que le estaba doliendo el pecho, yo le abro la camiseta y veo el hueco de la bala en todo el pecho", agregó.Su hermano Robert Valencia recordó la angustia de su familia y cómo en la camioneta salieron de inmediato a un centro asistencial.Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno de Bogotá, afirmó que ninguno de los dos jóvenes "hacen parte ni del ELN, como algunos pretenden señalar, ni siquiera estaban involucrados en la protesta, que sería legítima, estaban en su casa resguardándose".La familia Valencia exige justicia y que las autoridades encuentren a los responsables de las heridas y de los daños que dejaron los proyectiles en las paredes y ventanas de su casa.
En el segundo acto de perdón en Bogotá tras los hechos violentos del 9 y 10 de septiembre, la alcaldesa Claudia López señaló: “Quisimos empezar aquí un recorrido que haremos por cada uno de los barrios que fue brutalmente golpeado, abusado y violentado”.“Compartimos su dolor, nos duele a nosotros como a cada uno de ustedes, pero estamos aquí no solamente para acompañarlos en su dolor, sino para acompañarlos en un proceso de reconocimiento de la gravedad de lo ocurrido, de reconstrucción de la memoria, de la verdad de los hechos. Para que ese reconocimiento, esa memoria y esa verdad nos permitan impartir justicia”, agregó.Al recordar que tres de los diez muertos en las manifestaciones desatadas tras el asesinato de Javier Ordóñez eran del sector de Verbenal, en Usaquén, señaló que seguirán escuchando las voces de las víctimas.“Muchos de las víctimas y de los heridos en este barrio son personas que no estaban protestando, aunque tenían derecho legítimo si hubieran querido, estaban en sus casas, fue su casa la que fue atravesada por las balas”, declaró.Además, insistió en que hubo un uso indiscriminado e inconstitucional de armas de fuego por parte de miembros de la Policía Nacional y "de ahí la tragedia".“No es un supuesto, es una realidad, un hecho”, precisó.Y añadió: "Ni siquiera en un combate entre el Ejército y la guerrilla en el pasado hay 72 heridos en dos noches seguidas, 72 heridos a bala. Eso solo se presenta, precisamente, por el uso abusivo e indiscriminado de armas de fuego".“No hay nada que celebrar, este escenario, la música no celebra nada, no es un concierto ni un show, es un acto de duelo, es un acto para honrar el dolor de las víctimas, sus familias, sus comunidades. Solo honrando el duelo, reconociendo la gravedad y reconociendo los hechos es que podemos aspirar a tener justicia y, sobre esa base, construir un proceso de reconciliación”, sostuvo.Finalmente, Claudia López envió un mensaje a los jóvenes: “No vamos a permitir que sus vidas se pierdan en la violencia, en la desesperanza, en el abuso de poder desde ningún agente del Estado”.Le puede interesar:
Siete personas muertas y decenas de heridos dejaron los desmanes de las últimas horas en Bogotá y Soacha.Una joven estudiante de 18 años, un mensajero de 25, un menor de edad en Usaquén, otra persona en Ciudad Bolívar y un hombre frente al CAI del Verbenal fueron las víctimas mortales en la capital del país.En La Gaitana de Suba, un padre se enteró que su hija, que iba con su mejor amiga a pasar una gran noche de película, terminó muerta en un centro médico.“Salió a cenar a pasar con su amiga, cerca, a dos barrios que vive. Yo no le vi ningún problema, yo le dije: listo, amor, pilas, porque ese barrio es como pesado, pero no hay problema, igual ya lo había hecho antes. Y oh, sorpresa, cuando me llaman de una forma cortante y me dicen: su hija acaba de recibir un balazo en la cabeza, me dieron la noticia y lamentablemente me la mataron”, relató Harold Rodríguez, padre de la joven muerta durante los desmanes.Una bala perdida la impactó, su amiga sin pensar en lo que había ocurrido la llevó al Centro de Atención Prioritaria en Salud cercano, donde llegó sin signos vitales.“Me la mataron, me la mataron de un tiro, una bala perdida, pero directo al corazón. No sé, se ensañaron, ahí yo pienso que no fue bala como tal perdida. El hecho fue que se desplomó y llegó acá al hospital sin signos vitales”, narró Rodríguez.Investigan quién acabó con la vida de la joven que deja un gran vacío para sus padres, pero sobre todo para su hermanita de 10 años.Otro de los crímenes ocurrió en El Rincón, en un video se escuchan los disparos y el joven mensajero que cayó herido. Su esposa se enteró a través de redes sociales que el amor de su vida estaba muerto.“Que se haga justicia, que esto no quede impune, hoy fue mi esposo, el papá de mi hija, mañana puede ser el de cualquier otra persona. Que se haga justicia”, clamó entre lágrimas y visiblemente afectada Dayana Vargas, esposa de hombre muerto durante los desmanes.En el barrio Verbenal, en medio de un choque con los policías otro hombre resultó gravemente herido; la comunidad trató de auxiliarlo, pero en el momento en que pensaron llevarlo a un centro médico se percataron que estaba sin signos vitales.En Usaquén también murió un menor de edad en confusos hechos.Además, investigan lo ocurrido en Ciudad Bolívar, donde otra persona falleció por una bala perdida.
Salió a cuidar su conjunto residencial en Usaquén, asustado por los supuestos saqueos, y una bala perdida lo impactó. Faustino Sanabria, el plomero más querido del barrio Verbenal, quería cuidar a su familia, pero en medio del pánico colectivo se desplomó. “Suenan las alarmas del conjunto, gritando todo el mundo: ‘¡se nos metieron, se nos metieron!”, cuenta Clara Vargas, hermana de la víctima, al referirse al caos que motivó a su familiar a salir a las calles. Él fue a proteger a su familia, pero en un momento de pánico todo el mundo empezó a correr y sonaron disparos. A Sanabria lo encontraron en el piso; pensaron que había sufrido un infarto, pero en el hospital Simón Bolívar se enteraron de la verdad: “a mi tío le pegaron un tiro”, fue lo que le dijo la hija de Clara Vargas. Hasta ahora no hay capturados, sindicados o pistas de quién disparó. Solo se supo que un extranjero fue golpeado en la zona porque, al parecer, estaba robando. Familiares exigen justicia.
Dos delincuentes lo abordaron en calle 183, barrio Verbenal, y le dispararon en varias oportunidades. Tras asesinar al hombre que iba en bicicleta, escaparon hacia el oriente de la ciudad. Autoridades sospechan que se trataría de un ajuste de cuentas.
El ciudadano transitaba por la ciclorruta del barrio Verbenal cuando fue sorprendido por los sujetos. El hombre fue interceptado por los delincuentes que se movilizaban en moto y lo intimidaron con un arma de fuego. La víctima del hurto logró quitarles la pistola y les disparó, causándoles heridas a ambos. Uno de los presuntos ladrones fue atendido por los organismos de socorro, pero falleció camino al hospital. Aunque el otro escapó, una hora después fue sorprendido en un hospital, a donde acudió por la gravedad de la herida. Vea también: Jefe de escoltas se enfrentó a ladrones que lo iban a robar: mató a uno y capturó a otro
Se desconocen las causas del doble crimen que ocurrió en Verbenal, localidad de Usaquén. Entretanto, casi a la misma hora, se presentó otro asesinato en El Tintal, occidente de Bogotá. Un hombre discutió con su compañera sentimental, que al parecer quería ponerle fin a su relación, y luego la mató con arma blanca. Aunque intentó escapar, policías lograron capturarlo.
En la mañana de este viernes, 26 de abril, se dio a conocer la muerte de Carlos Castañeda, quien por más de dos décadas personificó al icónico campesino de la marca cafetera Juan Valdez.Lina Marulanda murió hace 14 años: así fue el fatídico día de su partida
Luego de que General Motors anunciara que cerrará operaciones de ensamblado en la planta Colmotores en Colombia y el despido de personal, el Ministerio de Trabajo anunció que hará una inspección laboral a la compañía, pues cerca de 800 personas están a la expectativa por su futuro.>> Vea más: General Motors anuncia cierre de planta de Colmotores en Colombia y confirma despidos
El proceso legislativo ha dado un paso significativo en Colombia relacionado a la herencia de pensiones tras el fallecimiento de un individuo. Una de las disposiciones clave del proyecto de ley en curso, pendiente de debates en la Cámara de Representantes, se ha centrado en quiénes tendrán derecho a heredar la pensión de un difunto en el país.>> La nueva polémica que envuelve a la reforma pensional: ¿cómo debería quedar el umbral?Según la reciente propuesta aprobada en la plenaria del Senado, en primer lugar, busca garantizar la continuidad de los beneficios de los ahorros de los trabajadores colombianos dentro del marco del nuevo sistema de jubilación pensional. Entre las más destacadas se encuentra la asignación de la pensión de forma vitalicia en primer lugar al cónyuge o compañero permanente sobreviviente de la persona fallecida.Sin embargo, hay que considerar que la asignación estaría condicionada a la edad del compañero permanente, establecido en los 30 años. Ahora bien, si el cónyuge tiene menos de la edad estipulada, podrá heredar la pensión siempre y cuando no hayan tenido hijos.Ahora bien, es importante resaltar que, para ser elegido beneficiario, la persona o compañero permanente deberá demostrar que vivió por más de 5 años continúos con la persona fallecida.>> Procuraduría criticó la reforma pensional y señaló que "Colpensiones no está preparada"Otras personas que pueden acceder a la pensión de un fallecido en ColombiaHijosMenores de 18 años: tienen derecho a la pensión de sobrevivientes hasta cumplir la mayoría de edad. Mayores de 18 años y hasta los 25 años: pueden acceder a la pensión si se encuentran estudiando y dependían económicamente del causante al momento de su muerte. Deben acreditar su condición de estudiantes. Inválidos: tienen derecho a la pensión mientras subsistan las condiciones de invalidez. En ausencia de cónyuge, compañero permanente e hijosPadres del causante: si los padres del causante dependían económicamente de él, pueden heredar la pensión. HermanosInválidos: si los hermanos del causante dependían económicamente de él y presentan invalidez, pueden heredar la pensión. Menores de edad: si los hermanos del causante dependían económicamente de él y son menores de edad, a falta de padre y madre, pueden heredar la pensión.
En un gigantesco operativo que comenzó después de las dos de la madrugada de este viernes 26 de abril en la localidad de Bosa, en el sur de Bogotá, el CTI allanó una vivienda y no solo encontró munición. Al parecer, en esa misma casa, hace tres días asesinaron a una persona.>> Extraña muerte en Bogotá: lo reportaron como desaparecido y estaba asfixiado en su casaLos investigadores llegaron hasta la vivienda del barrio El Recuerdo y rodearon la zona. Del segundo piso sacaron los colchones y la ropa que encontraron, que probarían que allí murió alguien recientemente.Según la investigación, allí torturaron y asesinaron a un hombre, cuyo cuerpo fue llevado a seis calles del sitio para abandonarlo.La sorpresa para el CTI fue toda la munición que encontraron escondida en uno de los cajones de esa casa en Bogotá, donde capturaron a dos personas.Presuntamente pertenecen a una banda dedicada a la venta de alucinógenos en el sur de Bogotá y su víctima sería uno de los distribuidores que vendía la droga en dos zonas diferentes de Bosa.La Fiscalía General de la Nación continúa con la investigación para verificar si en la casa hubo más crímenes.La vivienda fue arrendada por una pareja desde hace varias semanas.>> Dos jóvenes fueron encontrados muertos sobre vía del barrio Britalia de Kennedy, Bogotá
General Motors, compañía estadounidense fabricante de vehículos y dueña de Chevrolet, anunció que dejará de ensamblar carros en Colombia y también que habrá despidos en la compañía.En un comunicado, General Motors dice que trasformará su negocio, ya que no será ensambladora sino solamente comercializadora.>> Vea más: ¿Quiénes están exentos de los cobros por derrochar energía en Colombia?La empresa afirmó que las operaciones en Colombia y Ecuador realizarán la transición a un modelo de “compañías nacionales de comercialización”, para respaldar el lanzamiento de vehículos de próxima generación.La compañía, con casi 68 años de presencia en el sector automotriz colombiano, cesará operaciones en la planta Colmotores en nuestro país y el proceso de desmontaje de la fábrica comenzará este viernes 26 de abril con un equipo reducido de personal.En Colombia, General Motors cuenta con cerca de 800 empleados, por lo que se teme un despido masivo. El Ministerio de Trabajo anunció que vigilará la situación.General Motors en EcuadorPor su parte, la planta de OBB, en Ecuador, dejará de operar desde finales del mes de agosto de 2024.La dueña de Chevrolet aseguró que la decisión se toma porque las plantas no están operando como se espera. Por ejemplo, la planta de Colmotores estaba funcionando al 9% de su capacidad instalada, mientras que la de Ecuador está operando al 12%.En cuanto a los despidos, la compañía aseguró que “comprende el impacto que esta decisión tendrá en los empleados afectados y los apoyaremos durante su transición”.¿Se irá General Motors de Colombia?Que la empresa cierre operaciones de ensamblado en el país no significa que dejará de operar, ya que mantendrá su presencia histórica en Colombia a través de su marca Chevrolet y su red de empresas y negocios como GMICA-Isuzu, GM Financial y Chevyplan, recalcó la compañía.Shilpan Amin, presidente de General Motors Internacional, manifestó: "Las acciones que anunciamos hoy son fundamentales para garantizar que estemos mejor posicionados para ofrecer a nuestros clientes los vehículos y las tecnologías más avanzados, e impulsar la transformación de la industria en Colombia y Ecuador hacia un futuro sin emisiones".Por su parte, Santiago Chamorro, presidente y director general de GM Suramérica, afirmó que “después de una cuidadosa evaluación, decidimos que el modelo de empresa nacional enfocada en la comercialización de vehículos y centrada en el cliente es el camino correcto para competir en Ecuador y Colombia en el futuro. La compañía entiende el impacto que esta decisión tiene en los empleados, por esto desarrolló un plan de cierre de los contratos laborales con beneficios que están por encima de los requisitos legales, así como un amplio y sólido programa de reubicación laboral”.>> Le puede interesar: La nueva polémica que envuelve a la reforma pensional: ¿cómo debería quedar el umbral?