Visiblemente más delgado, Víctor Vidal, alcalde de Buenaventura, Valle del Cauca, retomó su cargo después de 36 días de permanecer contagiado con coronavirus COVID-19. Quince días fueron los más críticos, pues debió permanecer en una unidad de cuidados intensivos luchando por su vida.
“El COVID me afectó los pulmones, eso fue lo que pasó en mi caso, con ello me afectó la respiración. Estoy en un proceso de fortalecimiento de los pulmones. Ahí ya hay una enseñanza, hay que cambiar muchos hábitos, la manera como se duerme, la forma como se ubica uno en la cama”, afirmó.
Como anécdota, cuenta que durante la pandemia le tocó inaugurar la unidad de cuidados intensivos del hospital Luis Ablanque de la Plata y, días después, la estrenó como paciente.
“La UCI que tanto luchamos junto con el gerente y toda la administración, pues nos sirvió a nosotros mismos y eso está bien, como le ha servido a muchos otros ciudadanos de Buenaventura. Y, bueno, no deseo que alguien vaya a la UCI, es el extremo, pero ahí está”, indicó.
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Pese a la dura experiencia, su ánimo no decae y envía un mensaje a los que no creen en el virus.
“Lo mejor es cuidarnos, evitemos que el COVID nos llegue. Hay casos, como el de mi hija menor, a quien le dio COVID y fue asintomática total, no sintió absolutamente nada, pero hay otros, como el mío, donde el virus afecta órganos tan importantes como los pulmones y lo pone a uno en riesgo”, señaló.
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El alcalde de Buenaventura, quien dice que siempre ha sido cuidadoso y no sabe cómo se contagió, ha hecho un llamado a los habitantes del puerto para que usen el tapabocas, mantengan el distanciamiento físico y, de una vez por todas, entiendan que este virus no es un juego.
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