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Fila solidaria en Cali sorprendió a abuelita que vende dulces en una esquina de la calle quinta

Esta vez, doña Ana, una mujer de 78 años, fue la beneficiada con la iniciativa que desde hace 10 años apoya a vendedores ambulantes en la ciudad.

fila solidaria en Cali por doña Ana.

En Cali, una iniciativa da ejemplo de empatía. Cada mes, decenas de ciudadanos se ponen de acuerdo para conformar una fila solidaria en la que compran generosamente a un vendedor ambulante. Esta vez el turno fue para una abuelita que, por primera vez, vendió todos los dulces que traía.

Doña Ana hizo la mayor venta de dulces en sus 20 años de trabajo. Decenas de caleños hicieron fila para comprarle una golosina de 100 pesos, pero pagaron con lo que les salía del corazón. Billetes de 50 mil a cambio de una menta le hicieron pensar que se trataba de un sueño.

La fila solidaria no se hizo sola, la iniciativa que lleva más de 10 años en la ciudad y que encabeza un líder social, escogió este mes a doña Ana, quien no sabía que era la elegida.

“Lo que buscamos es visibilizar a esta clase de personas. Un adulto mayor cuando se atreve vender lo hace por extrema necesidad, lo que hacemos es visibilizar para otras personas se sumen y también los apoyen”, manifestó Wilson Suaza, líder de la fila solidaria.

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La historia de la adulta mayor, de 78 años, que vive en una humilde casa en la ladera de Cali y que, por una lesión, diariamente tiene que bajar cargada hasta una esquina de la calle Quinta a vender sus dulces, despertó la generosidad de quienes la veían.

“En este semáforo fue que me malogré la rodilla, se me partió, estuve enyesada tres meses, tres meses en silla de ruedas, yo le pedí fuerzas al Señor para que me dejara poner de pie”, recordó Ana Quintero, adulta mayor beneficiada con la iniciativa solidaria.

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Niños, jóvenes y adultos se dieron cita para comprar el dulce más valioso del día, el que sin duda les dejaría el mejor sabor, el de satisfacción por ayudar.

Luego de la sorpresa y con los ojos llenos de esperanza, doña Ana empezó a planear en qué invertiría las ganancias del día, como mejorar su casa de esterilla y tabla.

“Comprar unos ladrillitos, empezar por algo, cemento”, expresó.

Aunque en una buena jornada, doña Ana puede vender hasta 15 mil pesos, esta vez multiplicó su récord y regresó a casa con 850 mil pesos.

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