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Otra crisis por bloqueo en la Panamericana ahora enfrenta a taxistas, motociclistas y Fuerza Pública

Los enfrentamientos han tenido lugar en Nariño a propósito las consecuencias del bloqueo que persiste en la carretera entre Cali y Popayán.

En Nariño, y especialmente en su capital, Pasto, el bloqueo de indígenas y campesinos ha provocado una grave crisis por desabastecimiento de combustible y millonarias pérdidas para los agricultores y ganaderos.

Choques entre motociclistas, taxistas y la Fuerza Pública han sido la constante del día en la capital de Nariño por la falta de combustible y la expedición de un decreto de la Alcaldía que prohíbe la su venta a vehículos particulares.

El conflicto se ha presentado sobre todo con quienes ejercen el mototaxismo, una actividad considerada como ilegal por el Gobierno.

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“Que únicamente le venden gasolina a los señores de los taxis, del servicio público, entonces eso es discriminación. Si hay para los taxis, tiene que haber para nosotros, nosotros somos así. No venimos a hacer pelea, sino que estamos reclamando lo justo", dice Jhonny Narváez, motaxista.

Por su parte, otros mototaxistas, como Carlos Delgado, exigen que les vendan combustible, “aunque sea de diez mil pesos”.

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Todos tenemos derecho. Solo los taxistas no más, que les van a vender 30 mil. Por eso, no dejamos vender, todos o nadie", sostiene Delgado.

A pesar de las protestas se mantiene la decisión de vender combustible solo a taxis y buses de servicio público. El Gobierno está surtiendo a la región con gasolina, que es enviada en barcos hasta Tumaco.

Pero el del combustible es solo uno de los dramas, pues también está el del sector lechero, que está perdiendo su producción al punto de tener que repartir la leche y hasta botarla en los potreros.

"La empresa que nos está comercializando no nos está recogiendo por motivo del paro en Popayán y Cauca. Nos afecta grandemente, porque la producción se está regalando", afirma el ganadero Fernando Ramos.

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Ángel Botina es otro de los afectados, vive de sus cuatro vacas lecheras, sin embargo, en los últimos días no ha logrado vender su producto.

"La estamos vendiendo a La Alquería y de aquí la llevan para el Valle, pero si no hay salida para allá, no podemos venderla, nos toca regarla", dice.

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El represamiento de alimentos, como la leche y la papa, y la escasez de combustible se agravan con el paso de los días. A pesar de que el Gobierno ha implementado medidas para tratar de enfrentar esta situación, estas no han sido suficientes.

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