El fuego cruzado que acabó con la tranquilidad que durante dos años vivieron los habitantes de la vereda el Damián, zona rural de Toribío, norte del Cauca, terminó en tragedia para ocho de ellos que fueron alcanzados por la explosión de un artefacto.
“Uno de los artefactos explosivos cae en el patio de una casa en el resguardo de Tacueyó, donde resultan ocho heridos. Quienes pagamos esta consecuencia de la guerra somos la población, la gente más pobre, más vulnerable en los territorios”, dijo Hermes Pete, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca.
El Ejército que adelantaba una operación en la zona contra un cabecilla de las disidencias de las FARC responsabilizó a este grupo criminal de lanzar este artefacto. Inicialmente se había dicho que los heridos habían sido seis.
“Deciden estos terroristas lanzar un artefacto explosivo tipo tatuco contra una vivienda, donde salen afectados seis personas, inclusive una menor de edad. Rechazamos esta acción cobarde de esos terroristas”, aseguró el general Jhon Jairo Rojas, jefe del Comando Específico del Cauca.
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Desde el CRIC y la Gobernación del Cauca se hizo un llamado a todos los grupos armados a que respeten la autonomía territorial.
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“Que la conflictividad que se viene desarrollando en este territorio cese. Es sacar a la comunidad y a la sociedad civil de este conflicto. Ellos no tiene por qué verse afectados”, afirmó Luis Cornelio Angulo, secretario de Gobierno del Cauca.
Por la gravedad de las heridas, dos de los indígenas afectados por la explosión del artefacto fueron remitidos hasta la ciudad de Cali. Los demás permanecen en observación médica en el hospital local de Toribío.
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