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Disparos, gases y un camión volcado: crónica de la tensión que se vive en el puente Simón Bolívar

La presencia del Esmad y de la guardia venezolana, separados por centímetros, además de los encapuchados, agudizan el suspenso en la frontera.
Esa tensión empezó a escalar luego de que los manifestantes en la frontera precipitaran al río un carrotanque que se encontraba bloqueando el puente.
La guardia, desde lado venezolano, lanzaba gases para dispersar la manifestación. Fue entonces cuando se vivieron los ánimos empezaron a caldearse con ráfagas de detonaciones que no estaba claro a qué arma correspondían.
La Guardia Nacional Bolivariana recuperó terreno, situándose justo sobre el límite fronterizo en el puente. Tal nivel de tensión obligó a que el Esmad subiera al puente e interviniera marcando una división entre la gente y la guardia, mientras que justo en el paso fronterizo, tan sólo separados por una línea pero intercambiando miradas, se encontraban miembros de la Policía nacional y de la guardia nacional bolivariana.
En ese contexto, se dio la deserción del uniformado al que acompañaron otras dos oficiales de la guardia minutos después, completando tres deserciones como consecuencia de los enfrentamientos.
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