Murió en hospital de Brasil indígena venezolano baleado en disturbios por ayudas humanitarias

El hombre, de la etnia pemón, falleció tras sufrir graves heridas de bala hace una semana durante enfrentamientos por el bloqueo de la frontera venezolana-brasileña.
La Secretaría de Salud del estado de Roraima (norte) informó que Rolando García, de 52 años, de la comunidad de Kumaracapay (estado de Bolívar, sur de Venezuela), falleció este sábado por la mañana por las "complicaciones de las heridas por arma de fuego" que derivaron en "la falla de múltiples órganos" en el hospital de Boa Vista, en Brasil.
También la ONG Foro Penal, crítica del gobierno de Maduro, anunció la muerte de García.
Con él son seis los fallecidos durante los disturbios ocurridos en esa comunidad y en la población de Santa Elena de Uairén (también en Bolívar) el 22 y 23 de febrero, cuando indígenas pemones intentaron impedir el bloqueo de parte de militares de la frontera con Brasil para que ingresase un lote de ayuda internacional gestionada por el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de 50 países.
García era esposo de Zoraida Rodríguez, una de las primeras fallecidas en esos disturbios, y se desempeñaba como guía en la Gran Sabana.
"Es el segundo herido en los conflictos en Venezuela en morir después de ser atendido en Roraima", señala el comunicado del gobierno del estado brasileño.
El 27 de febrero había muerto otro indígena pemón venezolano, Klíver Alfredo Pérez Rivero, en el mismo hospital de Boa Vista, a donde fueron trasladados unos 20 heridos graves por los sucesos del pasado fin de semana.
En esos dos días hubo medio centenar de heridos de bala en choques en los que participaron militares y civiles armados afines al gobierno en las poblaciones cercanas a la frontera con Brasil y también en pueblos colindantes con Colombia, donde igualmente se cerró la frontera, indicó la ONG.
La oficina de la alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos cifró en 300 el total de lesionados.
Maduro rechazó la ayuda internacional por considerarla un pretexto para una invasión militar a Venezuela liderada por Estados Unidos.
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