En el 2015 una nujer vivía uno de los mejores días de su vida, estaba a punto de graduarse como psicóloga. Desafortunadamente la dicha le duró poco: su pareja la golpeó de manera brutal. Y no era la primera ni la última vez.
“El día que entregué mi tesis de grado como psicóloga fui víctima de
Su rostro, ese día, en lugar de evidenciar felicidad reflejaba la violencia del hombre con quien se casó y hasta tuvo una hija.
El sujeto fue capturado por las autoridades de
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Según las denuncias interpuestas, en otras ocasiones el ahora exesposo le dio patadas, puños, cabezazos y hasta intentó ahorcarla.
Con valor, ella logró alejarse de quien tanto daño le hizo, pero en 2017 apareció una denuncia que él interpuso en la que alegaba que era ella la agresora. Es decir, pasó de víctima de violencia intrafamiliar a victimaria, según las autoridades.
Aunque ha acudido a varias entidades y siente que no la han escuchado, tiene un mensaje para todas aquellas que padecen el mismo calvario: “quiero invitar a todas las mujeres que están viviendo situaciones similares a que denuncien. Es difícil, pero se puede acceder a la justicia. No podemos seguirnos arriesgando a que nuestras vidas terminen en manos de un agresor”.
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En los próximos días volverá a los estrados judiciales, esta vez para defenderse no del hombre que la maltrató, sino de los argumentos de la justicia que la señalan como victimaria y no como víctima de violencia intrafamiliar.