San Andrés vive el tercer día de emergencias tras el paso del huracán Iota y los raizales que quedaron con sus casas semidestruidas buscan dónde refugiarse ante la advertencia de más lluvia y nuevos fenómenos naturales que, según el Ideam, se avecinan.
En el barrio El Modelo, en el centro de la isla, aún no han terminado de censar a los damnificados, pero lo que tienen claro sus habitantes es que dependen de la solidaridad de los vecinos que les han tendido la mano para que tengan un lugar para descansar.
“La gente que quedó sin techo está en albergues porque quedaron sin nada”, expresó Reinaldo Pérez, uno de los afectados.
Hernando Rodón dice que ha pasado estos días “a la intemperie porque hasta el momento no se ha presentado ningún tipo de ayuda”.
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“Necesitamos ayuda del gobierno para que nos colaboren con eternit, con alimentos, con lo que se pueda ayudar”, clamó Pérez.
José Mesa Tovar, otro de los afectados, urgió a remover los postes que colapsaron por el peligro que representan.
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“Hay mucha gente curiosa y uno no sabe esos cables ahí metidos en el agua. Llevan dos, tres noches ahí y nada que vienen a ver eso”, afirma.
Mientras tanto, con sus vecinos “hemos ido quitando los árboles para tener el espacio de vía para poder transitar”.
La cifra de 300 familias damnificadas aumentará, pues falta por censar varios barrios de San Andrés.
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