Entre arengas y cánticos, los manifestantes exigían la cancelación del partido entre América de Cali y el club Atlético Mineiro.
Media hora antes del pitazo inicial, algunos manifestantes comenzaron a lanzar piedras contra la fuerza pública, que mantenía acordonada la zona cuatro cuadras a la redonda del estadio Romelio Martínez, en Barranquilla.
El Esmad repelía el ataque, pero en cuestión de minutos todo se convirtió en una batalla campal.
Jóvenes encapuchados destrozaban los andenes para atacar la tanqueta, mientras la Policía trataba de dispersarlos con gases lacrimógenos que llegaron hasta la cancha.
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Así lo informaron los comentaristas de ESPN.
¿La demora es por algo especial o están esperando para que inicie el partido? Bueno, Víctor, unos gases lacrimógenos que han sido lanzados obviamente para dispersar a los manifestantes a unas dos cuadras de acá del estadio metropolitano Romelio Martínez.
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El partido inició y después de 11 minutos volvió a ser interrumpido. Los gases lacrimógenos seguían afectando a los jugadores.
Al minuto 38 nuevamente se suspendió y los comentaristas de ESPN dieron cuenta de la molestia del equipo visitante.
Ante la afectación, el árbitro permitió que regresaran a los camerinos.
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Esta vez, el partido duró suspendido 8 minutos. Y al minuto 57, nuevamente los gases.
El partido así no puede continuar.
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Y la molestia de los jugadores fue tal que decidieron dejar pasar dos minutos para terminar el primer tiempo.
En el segundo tiempo las dificultades continuaron.
Yo creo que la Conmebol, que el delegado debía ya percatarse que no se puede seguir.
La brisa nuevamente llevó los gases lacrimógenos a la cancha y el partido se volvió a suspender.
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El Atlético Mineiro finalmente se impuso 2 goles por uno al América de Cali.
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