A la cárcel de Picaleña fue enviado Jorge Mario Molano, mayor de la Policía que habría accionado su arma de fuego contra el joven Santiago Murillo en medio de las protestas del paro nacional que se llevaban a cabo en Ibagué.
La Fiscalía General de la Nación logró demostrar que el uniformado usó su arma de dotación contra Murillo. Posteriormente, al parecer, huyó en una motocicleta.
Miguel del Río, abogado defensor de la familia de Santiago Murillo, expresó que para el ente investigador el mayor Molano podría representar un riesgo para la sociedad.
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“Esa prueba evidente y fundamental estructuró la inferencia razonable de autoría y participación y los componentes de los fines constitucionales al establecerse que el mayor Molano representa un peligro para la sociedad, que podría obstruir la justicia y evadirla. Además, se manifestaron, por parte de la Fiscalía, posibles eventos de corrupción por parte de otros miembros de la fuerza pública. Es satisfactoria la decisión del juzgado”, aseveró.
El jurista señaló que “seguiremos adelante para establecer la verdad procesal y material de los hechos”.
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Al proceso siguen vinculados un teniente y un patrullero de la Policía. A ellos todavía no se les define la situación jurídica.
Santiago Murillo murió el pasado 1 de mayo en una calle de Ibagué. Sus familiares aseguraron que él no hacía parte de las manifestaciones del paro nacional cuando fue herido por un proyectil de arma de fuego de la Policía.
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