El lujoso
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Por medio de un aviso colocado en la ventana del establecimiento, los clientes pudieron apreciar las inusuales normas. El anuncio fue ordenado por los dueños del establecimiento, tres hombres llamados Poata Okeroa, Eric Jury y Julian Tobias.
Según indicaron los propietarios a los
“Valoramos a nuestros clientes y partes interesadas de la comunidad, y siempre hemos implementado reglas de la casa que incluyen una política de vestimenta que desalienta las apariencias intimidantes”, aseguraron.
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No obstante, las drásticas normas no cayeron para nada bien entre la comunidad.
Tras la viralización del caso, muchos usuarios se manifestaron en contra de la normativa ya que consideran que se está atentando en contra de la libertad de expresión.
Asimismo, las autoridades locales se pronunciaron al respecto llegando a considerarlo como un mal chiste para la sociedad.
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”Las restricciones enumeradas excluirían una gran parte de los suburbios del este. Personalmente no soy fan de los tatuajes, pero defiendo el derecho de las personas a expresarse de esa manera”, concluyó el concejal australiano de Woollahra, Richard Shields.