Al sur de Florida,
Dylan Garten Mayer estaba buceando en los cayos de Florida junto a un grupo de amigos, cuando la corriente lo sumergió, lo alejó de la embarcación y quedó a la deriva.
Cuando sus acompañantes salieron a la superficie, no lo encontraron y procedieron a pedir ayuda a la Guardia Costera.
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El protagonista de esta historia asegura que mientras se las ingeniaba para llegar al arrecife más cercano fabricó una especie de salvavidas empleando tres boyas.
Además, el buzo dice que en el camino se encontró tortugas, tiburones y demás fauna marina.
Según especialistas, las probabilidades de encontrar a una persona perdida en el medio del océano durante horas y sin ningún sistema de localización son remotas, por eso la familia de Dylan Garten Mayer califica su rescate como un verdadero milagro.
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