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El sorprendente milagro por el que la hermana María Berenice será beatificada

Sebastián padecía pandisautonomía, estaba en silla de ruedas y tenía 9 años cuando los médicos le dieron 3 meses de vida. Afirma que la intercesión de la religiosa lo curó.

El sorprendente milagro por el que la hermana María Berenice será beatificada

Sebastián Vásquez Cierra tiene 34 años y es el hombre que asegura haber recibido el milagro de la hermana María Berenice en Caldas, Antioquia, por el que será beatificada.

Él tenía 9 años cuando tuvo su primer acercamiento con la religiosa a través de la oración, la cual se convertiría en su salvación.

Desde muy pequeño fue diagnosticado con pandisautonomía severa de causa desconocida, crónica, terminal y miopática. Los médicos solo le dieron 3 meses de vida.

“Me dijeron: ‘Sebastián, te queremos mucho, te deseamos lo mejor, recuerda que las puertas del hospital están abiertas, de nuestras vidas, de nuestros corazones’”, relató este antioqueño.

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A pesar del diagnóstico que lo reducía a una silla de ruedas, Sebastián cuenta que inició una conversación permanente a través de la oración con la hermana María Berenice desde su casa en el municipio de Caldas.

“Me dirigí hacia mi cuarto y cuando llegué a mi cuarto no sé por qué sentí un frío que me envolvió”, dijo sobre el momento en que empezó a obrarse el milagro de la religiosa.

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“Me acordé de que tenía esta oracioncita y el vitralito y ya llevaba más de 9 años en la cama y en una silla de ruedas y no iba a volver a caminar”, agregó.

Según Sebastián, sintió dos rayos de luz que lo iluminaron.

Con mis ojos cerrados le dije: ‘Señor, si es tu voluntad, dale vida a mis piernas y salud a mi cuerpo, y si no, déjame aquí, así como estoy, que hasta el momento he sido muy feliz y lo seguiré siendo’. Y mientras decía esto, sin darme cuenta, di cuatro pasos hacia mi papá, nos abrazamos, y caímos los dos al suelo arrodillados llorando”, relató sobre ese milagro.

Desde la parte médica no había explicación a su repentina recuperación, que le permitió poder caminar.

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¿Quién era la hermana María Berenice?

La religiosa, de nombre secular Ana Julia Duque Hencker, nació en Salamina, Caldas, el 14 de agosto de 1898 y murió en Medellín, Antioquia, el 25 de julio de 1993.

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Provenía de una numerosa familia de 18 hermanos. Sus padres, Antonio Duque, antioqueño, y Berenice Hencker, de origen alemán, trabajaban en la zona minera de Caldas para la época.

Fernando Macías, familiar de la hermana María Berenice, contó que “desde muy niña se dedicó a labores que tenían que ver con la promoción de las clases más bajas de la sociedad”.

A “los 14 años ella fue desahuciada de una enfermedad que no tenía, según los médicos de ese entonces, curación alguna”, sostuvo.

En 1917, Ana Julia decidió ingresar a la vida religiosa en el noviciado de las Hermanas Dominicas de la Presentación. Allí recibió el nombre de hermana María Berenice.

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Tras realizar numerosos apostolados en Cundinamarca, Caldas y Antioquia, la religiosa fundó, en 1943, la Congregación Hermanitas de La Anunciación en Medellín. A partir de allí empezó su obra con los más necesitados.

La madre Luz Ofelia Herrón, de la comunidad de la hermana María Berenice, la recuerda como “una mujer contemplativa, pero una mujer muy activa y muy cercana a las personas para resolverles sus problemas, ayudarles, compartir con ellas y enseñarles a Dios”.

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Enfocó su trabajo de evangelización en mujeres de los barrios Antioquia y Guayaquil de la capital antioqueña y con comunidades necesitadas del municipio de Bello.

Con el lema ‘Sin distinción de raza o condición social’ como bandera, la hermana María Berenice creó en 1957 la Congregación Misioneras de la costa Pacífica en Palmira, Valle, donde las primeras afrocolombianas tuvieron acceso al noviciado en el país.

“Fue una mujer que dedicó su vida a evangelizar a estas personas que para la época, por su color de piel, eran rechazadas”, comentó el presbítero Carlos Andrés Montoya, sacerdote de la Arquidiócesis de Medellín.

Su labor se caracterizó por el servicio a los pobres y la promoción social de los niños, jóvenes y mujeres, sin distinción de razas ni condición social, así como por la fundación de la Congregación de las Hermanitas de La Anunciación que hoy está presente en 15 países de América, Europa y África.

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