Asesinato de policía en Bogotá llevó a descubrir temida red de narcotráfico camuflada en frigorífico

El asesinato en julio pasado del patrullero Ángel Amórtegui, ocurrido frente al frigorífico de Bogotá y que en su momento denunció el Ojo de la Noche, llevó a las autoridades a descubrir una peligrosa red de narcotráfico que delinquía en Cundinamarca y era liderada por alias ‘Coco’, un temido criminal a quien la Policía le seguía la pista hace varios meses.

Gracias a los videos y a las denuncias de los vecinos, fueron capturados los hombres que participaron en el crimen del agente, identificados con los alias de ‘Felipe’, ‘Veneco’ y ‘Michael’, este último señalado de haber disparado contra el uniformado y que fue clave para desmantelar la banda.

Durante la audiencia, la Fiscalía reveló que ‘Michael’ tenía dos condenas por homicidio, hurto y 14 anotaciones por violencia contra servidor público. Además, cumplía una condena con la medida de casa por cárcel, pero él se movilizaba tranquilamente por Bogotá y Cundinamarca.

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En la investigación, los capturados hicieron una confesión clave a los investigadores de la Sijín y de la unidad de protección de la Policía: ‘Michael’ tenía fuertes nexos con un poderoso capo del narcotráfico en Cundinamarca conocido como ‘Coco’ y que tenía una fachada de comerciante para ocultarse en un frigorífico de Bogotá.

Fue a este delincuente a quien le incautaron a comienzos de 2020 un carro con 200 kilos de marihuana en Soacha y el 29 de julio una tractomula con dos toneladas de cocaína.

Así delinquía la banda de ‘Coco’

El líder de la red de narcotráfico compraba la droga a dos de sus más importantes socios: ‘la Mona’ y ‘Johan’, una pareja de esposos encargada de conseguir la mercancía en el Cauca y, además, pagar por viaje 40 millones de pesos a cada conductor de tractomula para que la transportara hasta Soacha y Bogotá.

En la capital, ‘Coco’ tenía distribuidores en taxis y carros particulares que entregaban los alijos en expendios ubicados en seis localidades.

Todo el negocio ilegal era movido por este delincuente y ‘Michael’ desde una bodega dentro del frigorífico, al que le llamaban el refugio, donde instalaron el centro de operaciones de un escuadrón de seguridad privada.

Dicho escuadrón era el encargado de prestar seguridad a varios comerciantes del lugar, pero los que no pagaban 100 mil pesos diarios por ese servicio obligatorio eran amenazados de muerte o desterrados del comercio.

El encargado de hacer las ejecuciones era otro señalado asesino de la organización conocido como ‘Potosí’, quien además de comprar droga por toneladas, dirigía la oficina de cobro de la red.

Los criminales, además, expropiaron a varios comerciantes para montar sus oficinas del crimen.

Operativo para capturar a ‘Coco’ y su banda

Gracias a las denuncias de vecinos y comerciantes del mismo frigorífico, la Policía lanzó el operativo para detener a los 30 objetivos de la organización criminal.

Los comandos ingresaron en la madrugada del jueves a la casa de los criminales.

En menos de 30 segundos entraron a la habitación de ‘Potosí’, que, según la investigación, permanecía siempre armado.

A este sujeto lo sindican de un alto número de homicidios, de tener una oficina de cobro dentro del frigorífico y de extorsionar a varios comerciantes del mismo centro de expendio de carnes de Bogotá.

Siendo la una de la mañana, de manera simultánea, también capturaron en seis localidades de la ciudad y de Soacha a otros 29 integrantes de la peligrosa organización.

Allí cayó ‘Coco’, señalado como el máximo jefe de la red que delinque en el frigorífico y que tenía caletas de armas y estupefacientes en su casa.

Bajo su mando estaban por lo menos 100 hombres dedicados a las extorsiones de comerciantes y la compra de droga.

Pasadas las tres de la mañana, el operativo de la Policía y la Fiscalía terminó en el frigorífico, donde los agentes allanaron cinco bodegas, apropiadas a la fuerza por la banda y robadas bajo amenazas de muerte a sus dueños.

En el refugio encontraron a cerca de 100 venezolanos, a quienes 'Coco' reclutaba y les pagaba por hacer parte de su brazo sicarial, vender drogas y cobrar extorsiones.