Un menor de 12 años fue raptado, agredido sexualmente y luego baleado durante el fin de semana en el condado de Miami Dade, Estados Unidos.
Eran aproximadamente las tres de la madrugada del pasado sábado cuando el pequeño llegó ensangrentado y tambaleándose a un minimercado en la zona conocida como Brownsville. Una cámara de seguridad de un comercio cercano grabó toda la escena.
El niño se aproximó a los clientes del establecimiento, acompañado de un transeúnte en bicicleta que lo condujo hasta el comercio antes de que el pequeño se desplomara. De inmediato, llamaron a las autoridades y el menor fue llevado de urgencias a un hospital.
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“Uno se pone a pensar: ¿qué piensa la humanidad?, ¿qué tiene la gente en su cabeza para hacer este tipo de actos? Y pienso también en la responsabilidad de los padres”, declaró Dayana Gallego, una residente de Miami.
De acuerdo con Álvaro Zabaleta, vocero de la Policía de Miami Dade, los padres del joven no sabían que se había escapado de la casa a altas horas de la noche. El infante puso unas almohadas en su cama y las tapó con una sábana para que hiciera “la apariencia por si acaso los padres entraban a su habitación”.
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El niño caminaba por un vecindario residencial cuando un hombre armado lo obligó a subir a su vehículo y lo llevó a una zona desolada, en donde lo agredió sexualmente; luego le disparó en la cabeza y lo lanzó del carro, antes de darse a la fuga.
Las autoridades están investigando para dar con el paradero del agresor. Según cifras oficiales, cada año en Estados Unidos cerca de 700 mil menores de edad son abusados.
El niño se encuentra en condición crítica en un hospital en el sur de Miami.
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