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“Es doloroso que un acto de proselitismo político y vanidad costeado con recursos públicos haya costado esta desgracia. Estos jóvenes policías murieron porque una vez más fueron puestos como carne de cañón para alimentar la vanidad política de un partido tradicional y saciar el deseo de guerra de los grupos al margen de la ley”, afirmó Carlos Mario Carvajal, personero del municipio de Solano.
El gobernador de Caquetá había decidido asistir a la inauguración de la vía que comunica a esta población con Florencia y el resto del país.
El recorrido del mandatario departamental, secretarios de despacho y otros funcionarios, escoltados por el Ejército y la Policía, inició el viernes 28 de enero, pero al regresar al día siguiente la caravana fue atacada con un cilindro bomba.
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La explosión destruyó la camioneta de los policías, que estaba cerca del vehículo del gobernador de Caquetá.
“Me da tristeza que haya sucedido esto, que me hayan matado dos policías en mis pies, porque el acto explosivo fue a una distancia de unos 100 metros, había podido ser mucho más grave”, dijo en ese momento Gasca Trujillo, que luego fue trasladado en helicóptero a la ciudad de Florencia.
En el ataque, del que responsabilizan a las
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Diego Molano, ministro de Defensa, informó que se ofrecerá “una recompensa de 1.000 millones de pesos por alias ‘Calarcá’, se ratifica que quien suministre información sobre estos permitirá el uso y la utilización de esa recompensa; 200 millones por alias ‘Darwin’ y 100 millones por alias ‘Jimmy’”.
El gobernador señaló que son los criminales los únicos culpables de lo que pasó.
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