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Los NFT: ¿burbuja o una nueva revolución del arte?

Comprar, poseer y vender piezas no tangibles en el mundo virtual es posible. Y aunque parezca difícil de comprender, es una práctica que mueve cifras millonarias.

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Desde el comienzo, se ha hablado del metaverso como la evolución de la internet, como ese siguiente paso en el que es posible habitar un mundo paralelo. Y es en ese contexto que nacen los NFT, un concepto que no es tan fácil de explicar como de entender.

El término NFT viene de sus siglas en inglés, que en español se traduce como 'token no fungible'. Un token, explica el profesor Mauricio Tovar Gutiérrez, co-director Grupo de Investigación InTIColombia, "es una representación de algo, un token de arte es una representación de ese arte en el mundo digital, y un token de una moneda es una representación de esa moneda".

Al ser no fungibles, los NFT son tokens únicos. "Por ejemplo, el bitcoines un token fungible en el sentido en que hay muchos iguales, como un billete de cincuenta mil pesos: el billete es fungible porque puedes tener otro igual", explica Tovar. En cambio, en el caso del NFT, quien lo compra obtiene la propiedad al punto en que nadie más puede tener uno igual. De ahí su cercanía con el arte.

Pero, ¿cómo se puede garantizar que al comprar un NFT realmente voy a tener una certificado original de propiedad? La tecnología que lo permite se denomina 'blockchain' y, para muchos, tiene el potencial para repensarnos como sociedad. "Cada vez que hacemos una transacción, esa transacción queda en un servidor. Cuando hacemos una transacción en blockchain, esa información se replica en miles de nodos, que están conectados todos, y esa información no se puede modificar porque tendrías que modificarla en miles de nodos, al mismo tiempo y poniendo una gran capacidad de computo, lo que lo hace muy difícil. Son transacciones que se realizan sin la necesidad de un intermediario, como tradicionalmente ocurre", indica Tovar.

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Esta modalidad de NFT ha movido millonarias cifras en el mundo. Es el caso del artista Beeple, quien vendió su NFT por US$69 millones de dólares. Y es allí donde muchos coinciden en una pregunta: ¿por qué pagar millonadas por una obra que se encuentra en internet y que, si se quiere, se puede descargar gratis como .jpg? Y aunque para la pregunta posiblemente no hay una única respuesta, el profesor Tovar explica: "Cuando tú compras la propiedad de esa obra que evidentemente puede ser replicable, tú la puedes copiar o le puedes sacar un pantallazo, pueden hacerle todas las copias que quieras, pero tú eres el único que posee esa obra que ese artista generó, es como las obras que tenemos en los museos, esas obras son únicas. Tú les puedes tomar una foto y puedes ponerlas en tu casa, pero la obra única es la que está en los museos y todos estamos de acuerdo en que esa es la obra original".

La primera colombiana en incursionar en los NFT artísticos es Camila Fierro, más conocida como 'Fira', quien por estos días representa al país en ExpoDuba. "Al principio pintaba en los museos, hacía retratos, los empecé a vender a quince dólares, a treinta, a cuarenta. Cuando llegué a cien, los escaneaba y los mandaba en .pdf o .jpg, pero la gente quería un certificado de autenticidad y yo no quería imprimir la obra, quería que todo fuera cien por ciento digital", relata. La primera obra de Fira, 'Beso Estrellado', se vendió por la plataforma Open Sea y con ella se convirtió en una de las primeras criptoartistas latinoamericanas.

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Pero los NFT también prometen revolucionar el arte callejero. Es el caso del colectivo 'Vértigo Grafitti', que saltó de las calles al mundo digital para, a través de los NFT, financiar una hazaña: pintar en 24 ciudades del mundo una versión del icónico mural 'El beso de los invisibles', ubicado en la calle 26 con carrera 13b, en el centro de Bogotá.

"El beso de los invisibles nace en 2013 y lo renovamos hace 6 meses. Es una imagen que se ha convertido en un símbolo para Bogotá, símbolo de amor, de reconciliación. Se nos ocurrió que la tuvieran en 24 ciudades del mundo, entonces dijimos: ¿cómo hacer?, porque uno de los problemas más graves de pintar la calle es la financiación y nos dimos cuenta que a través de los NFT podíamos obtener los recursos para hacer 24 besos en el mundo. Nos asociamos con un laboratorio y creamos 400 piezas digitales a partir de esta imagen, piezas únicas, inmutables y la idea es que a través de esta tecnología podamos obtener los recursos para viajar por el mundo", explica Camilo Fidel López, su director.

Y mientras Camilo y su equipo trabajan duro por hacer realidad esa idea, el debate sigue abierto: ¿son los NFT una burbuja o, por el contrario, son una nueva etapa del arte? En algo en lo que sí posiblemente coinciden los expertos es en que, como en toda transacción digital, hay riesgos. "Poder tener control sobre tu dinero también trae responsabilidades y hay que tener mucho cuidado también con las pirámides y con las personas que a nombre de las criptomonedas dicen que van a ofrecer unos rendimientos fijos o rendimientos astronómicos que no existen en ningún mercado", explica Tovar.

Aún puede ser temprano para predecir el futuro de los NFT, pero la creación de los metaversos avanza sin descanso. Y mientras eso ocurra, habrá nuevos activos digitales y artistas que prometen llegar para quedarse.

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