Andrés Lindarte, un colombiano que residía en
Afirma que lo vivió en ese recorrido “fue una experiencia que nunca en mi vida voy a olvidar, pero no por lo bueno sino por todo lo que pasó”, ya que “había amenazas de ataque por las poblaciones por donde íbamos”.
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En una de ellas, “cuando estábamos parados en un retén del Ejército, empezó a sonar la alarma de que había una explosión aérea, estábamos en la mitad de la calle con una fila de carros, de unos 35 o 40 carros, y fue uno de los momentos más horribles que habíamos pasado”, relató.
“Había dos estaciones de gasolina completamente bombardeadas, un camión incendiándose”, agregó.
También contó que “saliendo de Moldova, donde se supone que no había Ejército ruso, mi miedo era encontrarme con el Ejército ruso porque tenía un carro británico, papeles colombianos”.
Para salir de Ucrania, Andrés dijo que le dio su “localización a mi hermana Carla, ella miraba dónde estaba el potencial peligro y nos daba direcciones por otros pueblos”.
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“Cada vez que yo tenía internet me mandaba links de diferentes pueblitos que no tenían alerta roja” y había “una estación de radio que nos estaba diciendo dónde había posibilidades”, señaló.
“Mi hermana nos salvó la vida…”, expresó antes de romper en llanto al recordar su experiencia.
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“Hasta el Canal Caracol me ayudó en la parte de logística”, añadió.
Para él, hubo “una cantidad de ángeles que se nos apareció por el camino (…) gente espectacular en Ucrania”.
Por eso considera que “tenemos que pelear por esta tierra, por estas personas, son personas espectaculares, nos dejaron dormir, nos dieron comida, nos ayudaron”.
No puede quedarse mucho tiempo en Rumania “porque
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