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Explorando algunas de las joyas naturales que Colombia tiene en sus 114 millones de hectáreas

Parques, páramos y ecosistemas, entre otros tesoros, son riquezas invaluables por su flora y fauna. Conozca algunos de esos territorios mágicos.

Colombia, joya natural

Cada departamento de Colombia cuenta con un sinnúmero de tesoros y joyas naturales. Entre ellas están:

  • En el Caribe colombiano: el Parque Nacional Natural Tayrona, la Sierra Nevada de Santa Marta, el archipiélago de San Bernardo, las Islas del Rosario, el golfo de Morrosquillo, la bahía de Cispatá y el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y Los Callos.
  • En el Pacífico: el Parque Nacional Natural Utría, el Parque Nacional Natural Uramba, la bahía Málaga, la isla Gorgona, el golfo de Tribugá y el santuario de flora y fauna Malpelo.
  • En la zona Andina: los parques nacionales naturales Chingaza, El Cocuy y el santuario de flora y fauna Iguaque.
  • En la Orinoquía y Amazonía: el Parque Nacional Natural Sierra de La Macarena, El Tuparro, los cerros de Mavicure y la selva amazónica.

Entre estos lugares mágicos llaman la atención sitios como el Chiribiquete y la serranía de La Lindosa, donde se encuentran pinturas rupestres que datan de más de 7.000 años y bloques rocosos llamados tepuyes, que pueden alcanzar entre 400 y 500 metros de altura.

“Esto nos llevó a ser reconocidos a nivel mundial como un sitio de patrimonio natural y cultural de la humanidad”, dijo Carlos Castaño Uribe, director de la Fundación Herencia Ambiental Caribe, sobre este territorio.

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A este tesoro se suma Malpelo, una isla con más de 60 especies de aves registradas.

Además, “están las grandes escuelas, por ejemplo, de tiburones martillo, una especie altamente migratoria y hoy en día en peligro crítico de extinción”, recalca Sandra Bessudo, directora de la Fundación Malpelo.

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Otra perla natural es la reserva de biósfera Seaflower, ubicada en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, la tercera barrera coralina más grande del mundo, donde desafortunadamente existen “más de 2.300 especies amenazadas, entre esas tenemos especies de corales, especies de aves migratorias, aves playeras”, según Arne Britton González, director de la Corporación Coralina.

Los páramos y la Amazonía

Los primeros abastecen a cerca del 70% de la población colombiana con el recurso más importante, el agua, mientras que la selva amazónica cuenta hasta con 270 especies de árboles por hectárea.

Los nevados son tesoros que hacen presencia en seis zonas del territorio, con sus glaciares.

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“Son sitios a los que aproximadamente les quedan 30 años de vida y nosotros, con las buenas prácticas que tengamos desde nuestros hogares, conservando el agua, aportamos a que una gota menos sea derramada sobre los arenales de los glaciares”, afirma Nicolás díaz ‘Lobo’, director y expedicionario de Club Huella de Montaña.

Otro sitio mágico por la diversidad de sus colores, plasmados en algas, es Caño Cristales, “la primera tierra originaria que hubo en el mundo. Por ser tan antigua tiene una composición de especies de flora y fauna bastante especiales”, señala José Saulo Usma Oviedo, especialista de agua dulce de WWF Colombia.

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Además, Colombia cuenta con alrededor de 290.000 hectáreas de manglares, la sala cuna de diferentes especies marinas y de agua dulce.

Paula Cristina Sierra Correa, doctora en ciencias del mar y coordinadora de Invemar, explica que “estos ecosistemas cuentan con la fortuna de ser visitados por las ballenas jorobadas en el Pacífico colombiano, que vienen en sus migraciones desde la Antártica, pasando por Chile, y llegando a las aguas cálidas de nuestro país, donde vienen a reproducirse y a empezar la crianza de sus ballenatos”.

¿Están en riesgo las joyas naturales del país?

Cristian Díaz, decano de la facultad de Ingenierías y Ciencias Básicas de la Universidad Areandina, dice que se ponen en peligro si se permite “que estas áreas se conviertan en balnearios o en parques temáticos para fines y usufructos de privados”.

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Estas fuentes de vida representan un valor estratégico para el país, no solo por su enorme diversidad, sino por la amplia oferta de bienes y servicios ambientales que nos ofrecen, principalmente el agua, necesaria para la vida.

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